Arranca la actividad de hostelería que impulsó una completa restauración del histórico edificio coruñés
27 jul 2019 . Actualizado a las 09:16 h.Las casas de Paredes ya palpitan, después de un decenio en el olvido. Este viernes comenzaron una nueva vida en el histórico edificio de la Marina de A Coruña, muy diferente a la ideada en 1778 por el capitán general e ingeniero militar Pedro Martín Cermeño y García de Paredes, que era miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y diseñó el barrio de La Barceloneta.
Paredes había concebido las casas como una flamante fachada marítima de A Coruña, las diseñó para «superar el individualismo residencial de las calles coruñesas», pero nunca llegaron a terminarse. La oposición vecinal, los problemas con las expropiaciones y la crisis del comercio colonial fueron apenas el comienzo de una multitud de avatares que continuaron hasta la actualidad.
Pero ya hay la luz al final del túnel. Este viernes (a modo privado, y el sábado desde las nueve de la mañana para el público en general), con el inicio de la actividad de hostelería que ocupará de forma integral el edificio, las casas de Paredes inician una nueva era, para disfrute público de la rehabilitación que incluyó una total actualización del inmueble: fachada, tejado y carpintería renovadas; el interior se ha demolido por completo, se renovaron todos los servicios y volvieron a colocar pisos, escaleras y se instaló ascensor a todas las plantas.
El negocio, encabezado por los dos jóvenes empresarios hosteleros, Alberto Boquete y Javier Pardo (que ya regentan el Afterwork Cocktail Bar en Emilia Pardo Bazán), llevará el nombre de La Mansión 1783, para potenciar la identidad histórica de la edificación. «Teníamos la ilusión de abrir un gran local único, algo diferente a todo lo que hay en A Coruña. La intención es llevar lo que iniciamos en el Afterwork (que seguirá con su toque personal y centrado en cócteles y combinados) un paso más allá», aseguran Boquete y Pardo.
«En este nuevo proyecto, además de la coctelería y los destilados queremos ofrecer una experiencia completa basada en el servicio. Que la gente se sienta como en casa. Cuidaremos la calidad y añadiremos ese punto diferenciador, sobre todo, en la coctelería, que es nuestro punto fuerte, sin descuidar la cocina, lo que para nosotros supone volver a los orígenes ya que los dos estudiamos restauración. Eso sí, cada cosa en su lugar. Disponemos de bajo y tres alturas, en 400 metros cuadrados. En cada una de ellas ofreceremos un tipo de servicio en amplio horario», explican. Planta baja y terraza se dedicarán a cafetería y cervecería. En la primera planta habrá comedores, en los que se puede prolongar la sobremesa. Y en la segunda planta, la coctelería y dos salones multiusos.
El barman, Juan García, explica que «la planta baja acogerá cócteles como piña colada, los aperitivos estarán en la primera planta y en la tercera, tragos propios con ingredientes de diferentes países. Pretendemos acercar al público coruñés la coctelería moderna y creativa mediante el uso de las últimas técnicas y productos poco usuales».
El jefe de cocina, David Pérez-Herrera añade: «Nos centraremos en la cocina atlántica dándole nuestro propio toque, que sea algo divertido, jugando con la presentación y la técnica. Nos gustaría que se reconociera la Marina como un referente en servicio y calidad».