El Ayuntamiento tapiará una peligrosa zona acristalada de El Remanso

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Míguez

Los vecinos dicen que «el local aún es más inseguro» tras el incendio del domingo

20 jun 2019 . Actualizado a las 09:52 h.

Inés Rey tomó posesión como alcaldesa a las seis de la tarde del pasado sábado. El domingo dedicó la jornada al descanso y a su familia. Y el lunes, su primer día de trabajo al frente del gobierno local, recibió una llamada que la alertaba del peligro que presentaba el estado de abandono del edificio que acogió en su día la cafetería-restaurante El Remanso, en Cuatro Caminos. Se le indicaba que era necesario tapiar o vallar el inmueble para evitar que alguien pudiese caer por los ventanales hacia el interior.

«Nada más recibir el comunicado, la alcaldesa consideró que era urgente realizar una actuación en ese edificio», indicaron desde su gabinete de comunicación. Según indican, Inés Rey «también valoró la posibilidad de que el Deportivo ascienda el día 23 a Primera División y que los aficionados lo celebren en Cuatro Caminos», con mayor riesgo aún.

Derivó el asunto «el mismo lunes» al director de Seguridad del Ayuntamiento, Carlos García Touriñán. Desde ese momento se trabaja en las medidas precisas. Touriñán esperaba que los trabajos diesen comienzo este miércoles por la tarde, «y deben estén finalizados antes del partido de vuelta del Deportivo, en Mallorca».

El Remanso esta en un estado de abandono total. La semana pasada, varios vecinos y viandantes aseguraron que en el interior de la antigua cafetería-restaurante «dormían varios sintecho». También dijeron que se hacía botellón y había trapicheo.

De hecho, el domingo se produjo un incendio en la planta sótano del establecimiento que este miércoles  a última hora de la tarde se repitió. Como el domingo, hasta el lugar se desplazaron los bomberos de A Grela y patrullas de la Policía Nacional y de la Local.

Tanto el miércoles como el domingo, la unidad contraincendios sofocó las llamas y los agentes volvieron a precintar todo el perímetro de la antigua cafetería.

A raíz del suceso del domingo se rompieron una gran parte de los ventanales que están al nivel de la acera, al igual que los vidrios de las dos puertas de acceso. De hecho, varios peatones exigieron «que se tapie por completo el local» por el riesgo que entraña.

Dijeron que en el estado actual «es mucho más inseguro que antes del incendio». Antes «estaban tapiados malamente los ventanales que quedan al nivel de la acera próxima a los jardines, y ahora no». Añadieron que esas cristaleras están justo en el desnivel de la primera planta con el sótano, «una altura de entre cuatro y seis metros». Y advirtieron que las cintas de seguridad del 092 «no impiden que un niño pueda meterse por esos huecos y caer al vacío».