
Sandra García Álvarez lució un diseño de Isaac Ares en la fiesta de Sergio Ramos y Pilar Rubio
19 jun 2019 . Actualizado a las 00:48 h.Hubo toque coruñés en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio. Las invitadas buscaron prendas de los más importantes diseñadores para tan destacado evento. Mientras tanto, Sandra García Álvarez, Sandra Garal en Instagram, escogió un vestido de un coruñés para hacer su primera aparición en público al lado de su novio famoso, el futbolista del Real Madrid Marco Asensio. «Contactó conmigo una amiga suya. Me dijo que estaba interesada en un vestido que había publicado en mi Instagram y que llevaba una influencer. Le expliqué que solo hago piezas únicas y a medida, pero que podía confeccionar uno similar», recuerda que le contestó Isaac Castelo Ares, que firma sus creaciones como Caasi Sera (su nombre y apellido al revés).
Con la ayuda de su costurera, las medidas que Sandra le mandó, y la lista de los colores prohibidos por los contrayentes, en apenas tres semanas desde la citada llamada la novia de Asensio recibió en su casa de Madrid el vestido «azul aguamarina. Los bordados de arriba están hechos a mano. Me mandó una foto diciéndome que le encantaba y que le quedaba genial, aunque antes nunca se lo hubiese probado», comenta Isaac, que tan solo tiene 19 años.
Sandra, que es estudiante de arquitectura, tiene 23 años y escogió a este joven diseñador coruñés para presentarse por primera vez en público con su novio. «Estoy encantado por que se haya dado a conocer con un vestido mío. La verdad es que fue todo muy rápido y sorprendente», apunta con satisfacción mientras revisa una y otra vez las fotos de Sandra con el vestido confeccionado en A Coruña.

La boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio: los looks de la novia y de las invitadas
Fue una boda por todo lo alto. De las que hacen época. Toda Sevilla se volcó en el enlace de Sergio Ramos y Pilar Rubio como no lo había hecho desde que en 1995 se casaran en la catedral la infanta Elena y Jaime de Marichalar. A las cinco de la tarde se dieron el si quiero ante cerca de 500 invitados en un templo al que solo se podía entrar por un único acceso por motivos de seguridad. Previamente, desde la mañana, se restringieron tanto las visitas al templo como a la Giralda ante fuertes medidas de seguridad.