La planta de Nostián acumula más de 1.200 toneladas de desperdicios

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CEDIDA

La instalación carece desde abril de un vertedero para llevar los rechazos de A Coruña. La gestora tramita un nuevo contrato para trasladar los residuos que no se pueden recliclar

04 jun 2019 . Actualizado a las 08:20 h.

Más de 1.200 toneladas de basura se acumulan a la intemperie en la planta de reciclaje de Nostián. Son los rechazos -residuos no recuperables- generados tras el tratamiento de los desperdicios procedentes del municipio de A Coruña, que deben acumularse en las instalaciones porque desde finales de abril la instalación municipal carece de un vertedero al que enviar esos desechos.

Los rechazos de A Coruña se mandaban al vertedero de Santa María de Grixoa, en las inmediaciones de Santiago. El pasado 26 de marzo, la Consellería de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, anunció que ya se había comunicado al Ayuntamiento de A Coruña que la planta tendría que dejar de utilizar esas instalaciones, ya que se encuentra demasiado cerca de una zona habitada.

Esa decisión se hizo efectiva el 22 de abril y desde entonces, los rechazos se han ido acumulando en las propias instalaciones. Las más de 1.200 toneladas de basura antes mencionadas han sido agrupadas en unas 1.400 balas, que están depositadas delante de la nave CDR, en la que se realiza la selección de los residuos.

Además de la basura acumulada en las balas, la falta de vertedero también está obligando a la planta a acumular rechazos generados a partir de materia orgánica procedente de A Coruña. Esas sustancias se están depositando en la nave de compostaje. Superan las 500 toneladas, aunque la instalación tiene una amplia capacidad de almacenaje.

Tanto esas sustancias como las 1.400 balas de residuos sólidos solo incluyen los rechazos generados por el Ayuntamiento de A Coruña. La planta de Nostián también trata la basura que producen los ayuntamientos agrupados en el Consorcio As Mariñas: Abegondo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo y Oleiros. Pero esa entidad sí cuenta con un vertedero reglado al que mandar sus rechazos.

Fuentes de la empresa gestora de Nostián subrayaron que las instalaciones están funcionando con normalidad y confirmaron que se está haciendo un acopio de materiales no reciclables mientras no se cierra un nuevo contrato con otro vertedero para enviar los rechazos. Explicaron además que la acumulación no supone un problema de salubridad, ni de seguridad o higiene, ni una carga de trabajo extra para la plantilla. También señalaron que han recibido una inspección de la Xunta, que por el momento no planteó requerimiento alguno. El contrato de la planta finalizará el próximo 1 de enero.

Análisis | Las instalaciones están pendientes de la renovación del contrato en enero del 2020

El contrato de gestión de la planta de Nostián finalizará el próximo 31 de diciembre. Al contrario que los servicios de recogida de basuras y limpieza viaria, que están sin contrato desde hace meses, el Ayuntamiento aún tiene un margen de tiempo para adjudicar el servicio antes de que finalice la concesión actual.

Será la próxima corporación la que deba encauzar el funcionamiento de una instalación que en su día se lanzó como un proyecto puntero, pero que ha estado marcada por sus problemas de funcionamiento y las conflictivas relaciones con otros municipios.

La planta da trabajo directo a un centenar de empleados, que en los últimos meses pusieron sobre la mesa una convocatoria de huelga para evitar que sus condiciones laborales se viesen amenazadas, ya que la falta de un nuevo convenio colectivo combinada con el trámite de licitar un nuevo contrato podría dejarles con las condiciones del convenio sectorial. Ante la amenaza de huelga en período electoral, el gobierno local asumió las reivindicaciones que se hacían a la próxima empresa concesionaria e incluyó en los pliegos del próximos contrato las exigencias de la plantilla, de forma que en última instancia será el Ayuntamiento el que asuma con fondos públicos su satisfacción. Esa decisión impidió una huelga en plena campaña de las elecciones municipales, pero deja un compromiso a la próxima corporación municipal, que deberá conjugar el pacto contraído con los trabajadores con la defensa del interés público en la licitación.