Ya son dos los grafiteros llevados a Fiscalía por negarse a dejar de pintar

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Alberto Mahía

El Ayuntamiento habló sin éxito con ambos, que acumulan 4.000 euros en multas

31 may 2019 . Actualizado a las 20:55 h.

Son incontrolables. Les resbalan las multas. Y cuando hablaron con ellos para tratar de convencerlos de que dejaran de pintar, por un oído les entró y por el otro les salió. No hubo manera de frenarlos y debido a esa actitud al Ayuntamiento no le quedó otra que denunciarlos ante Fiscalía, que ya los investiga como autores de un supuesto delito continuado de daños.

El primero en ser denunciado fue un joven que firma como Goas en letras redondeadas y normalmente utiliza el rosa como color. Sus grafitis están repartidos por toda la ciudad. En los sitios más disparatados. Se cree que tiene más de cien.

El otro firma como Yos, Kyos o Koas. Y, como el anterior, sus actos le condujeron a la Fiscalía porque el gobierno local se vio incapaz de pararlo. Dejó su huella por todas partes, la mayoría en la zona regulada por el Plan Especial de Protección de Ciudad Vieja y Pescadería. Tiene grafitis en la calle Real (ocho), ronda de Outeiro, paseo de Oza, coraza del paseo marítimo, avenida de Arteixo, Herrerías, Sinagoga o Alcalde Pérez Ardá. Llevaban detrás de él desde el 2016.

Medio Ambiente, que contrató a una empresa especializada en identificar a los autores de grafitis, se puso en contacto con los denunciados para tratar de convencerlos de que depusieran su actitud. No pagaron ni la primera multa que les impusieron, y ya suman 4.000 euros en sanciones administrativas. Tras el encuentro con ellos, se pensó que iban a cambiar. Se equivocaron. A los pocos días ya estaban de nuevo pintando. Y ahí fue cuando se tomó la decisión de llevarlos a Fiscalía. Si no pagan multas, que lo paguen con trabajos en beneficio de la comunidad, que en su situación sería limpiando pintadas por toda la ciudad. Y en caso de que también se nieguen a eso, la cárcel será su destino.

Todo dependerá de la decisión que tome ahora el fiscal. Porque es distinto pintar una nave abandonada que una pared en la calle Real, pues es una zona catalogada al ser bien de interés cultural (BIC). Además, Yos, Kyos o Koas realizó grafitis que resulta imposible eliminar, debido a que se utilizó un producto abrasivo, que es otra de las oscuras manías de este individuo.

Cuando uno hace estas cosas en lugares con un patrimonio cultural y, además, con material dañino, según el código penal y según destaca el fiscal delegado de Medio Ambiente, Álvaro García Ortiz, «puede ser castigado con una pena de prisión de entre 6 meses y 3 años, o multas de 12 a 24 meses. El resto de pintadas realizadas en lugares sin estar catalogados podrían, en cambio, considerarse como delito de daños sobre la vía pública y delito continuado de daños». No lleva pena de prisión a menos que se niegue a pagar la multa o realizar trabajos en beneficio de la comunidad.

La Patrulla Verde y la empresa que contrató el Ayuntamiento para combatir las pintadas continúan trabajando y no descartan nuevas denuncias.