Xulio Ferreiro, el profesor de universidad que quiso sentar cátedra en la alcaldía coruñesa

Xosé Vázquez Gago
X. Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Xulio Ferreiro, durante su despedida en María Pita
Xulio Ferreiro, durante su despedida en María Pita CESAR QUIAN

El alcalde en funciones de A Coruña anunció su despedida rodeado de los ediles de la Marea Atlántica

30 may 2019 . Actualizado a las 18:59 h.

Xulio Ferreiro (A Coruña, 1974) anunció este miércoles su regreso a las aulas de la Universidade da Coruña, donde es profesor de Derecho Procesal. Antes de llegar a la alcaldía fue magistrado suplente en Lugo. Es vecino de la Gaiteira, un barrio popular de A Coruña. Está casado y tiene dos hijos.

Ferreiro fue uno de los fundadores de la Marea Atlántica en el 2014. Como otros componentes de esa formación, proviene del mundo nacionalista. Militó en las filas del BNG durante años hasta que esa plataforma entró en crisis y empezó a perder peso.

Fue elegido candidato a la alcaldía por la Marea en unas primarias en las que era el único contendiente. Obtuvo el 84,5 % de los votos. En enero del 2016 explicaba que un año antes, en enero del 2015, antes de las primarias de la Marea, él y otro fundador del partido, Iago Martínez, se propusieron mutuamente como candidatos a la alcaldía, hasta que Martínez lo convenció.

Desde entonces su trayectoria política ha estado ligada de forma indisoluble. Durante los cuatro años de mandato, Martínez ejerció como su asesor, y su influencia en el partido y en el gobierno fueron fundamentales, hasta el punto de que los funcionarios lo conocen como «el vicealcalde». Ferreiro agradeció este miércoles su dedicación y esfuerzo al probable heredero. «Non tería sido a metade de alcalde que fun sen ter a Iago ao meu carón», dijo antes de vaticinar que hará un gran papel como concejal, ya que el acta de Ferreiro pasará a Martínez, que el domingo concurrió como número 7 de la lista de la Marea.

La dinámica interna

Sus rivales políticos los describen como la clásica combinación «poli bueno-poli malo», con Ferreiro en el papel de bueno. Una actitud que solo se distorsionaba cuando los choques con la oposición subían de tono en los plenos, o en algún desencuentro de los vecinos, que el regidor despachaba con la actitud del profesor que reprende a sus alumnos. 

El dúo Ferreiro-Martínez era en origen un trío político, el que formaban con Alejandro Rodríguez, periodista y también fundador de la Marea, que fue jefe de comunicación del gobierno local hasta enero del 2018, cuando fue despedido estando de baja.

Desde aquella marcha, el gobierno de Ferreiro se volvió más intransigente hacia las críticas. Fue entonces cuando se acumularon los problemas, desde la compra irregular de pisos a un firmante del partido, hasta las denuncias de irregularidades en la cesión de los usos de la antigua cárcel, que terminaron con una concejala investigada, Claudia Delso.

Ferreiro, que gozaba de buena valoración entre los ciudadanos, asumió la defensa de los asuntos espinosos que afectaban a sus concejales. Al empezar la campaña, con el partido descolocado por el auge del PSOE y su victoria en las generales, adoptó una táctica más directa. Sus ataques cada vez más descarnados a los socialistas y el BNG, sus aliados necesarios, erosionaron su imagen pública, que era la piedra angular de su gobierno y de su campaña, completamente personalista.

En la noche electoral (el mismo día que dejó de fumar), visiblemente afectado, cargó en solitario el peso de la derrota, y este miércoles asumió las consecuencias, aunque la atribuyó a factores externos. Tras su marcha, entre lágrimas, queda el equipo de concejales a los que protegió de las distintas polémicas empeñando su imagen personal. El futuro a corto plazo de la Marea Atlántica sin el que ha sido su referente desde el 2015 es ahora un interrogante.