Peligra uno de los últimos edificios singulares del centro de A Coruña
A CORUÑA CIUDAD
El inmueble fue declarado «ruina económica» según el abogado de los dueños y urge en él una rehabilitación total
28 may 2019 . Actualizado a las 10:35 h.Su vecino de enfrente es el Palacio de la Ópera. Junto al inmueble del que lo separa la calle Ciudad de Lugo, es el último edificio de líneas clásicas que resiste en la glorieta de América de A Coruña. Los años que sucedieron al desarrollismo se llevaron por delante edificaciones similares. Este, de cuatro plantas, es un caramelo suculento para las promotoras en pleno centro urbano. «Los clientes están algo tristes. Son gente mayor, les da pena que se tire para hacer otra mole alta de hormigón en su lugar», comenta Conchi Gómez, que regenta el bar El Tomate.
Un mes de vida
Aunque en el barrio, asegura la restauradora, se ha extendido el rumor de que al singular edificio le queda un mes de vida, Carmiña lo descarta. «Tengo contrato para un año y medio. Por el momento, no he recibido ninguna notificación», dice. Es la dueña de Autoservicios Carmiña, la tienda que está ubicaba en el bajo del inmueble y que es el único espacio con vida en el mismo. Todas las plantas están deshabitadas. Lleva 42 años con su negocio aquí. Tiene una renta antigua. «Es todo propiedad de la familia del exalcalde José Pérez-Ardá. La construcción está en ruina económica. No se puede vivir ahí. Para rehabilitarla hay que tirarlo todo», dice Carmiña, que también es tranquilizadora: «La fachada está catalogada y no se puede tirar».
Medidas de protección
El despacho del abogado José Manuel Liaño Flores está al corriente de la situación. «Desde el Ayuntamiento han indicado a los propietarios que, mientras no se derribe, hay que tomar medidas de seguridad», apunta Liaño Flores, que gestiona este caso de la familia. Confirma la información facilitada por Carmiña. «Sí, está en ruina económica. Esto significa que la reparación de desperfectos es superior al doble del valor del edificio, excluido el valor el solar», detalla. «Es una obligación tirarlo. La familia quiere venderlo. Podría interesarle al vecino colindante de la calle Ciudad de Lugo. El problema es que la propiedad tiene muy poco fondo. Si se uniese a una casa que tiene atrás, podría hacerse una obra más amplia. Y, si la fachada está protegida, habrá que respetarla», admite Liaño.
«Coa lei de rehabilitación, que entrou en vigor o 22 de maio, tanto o Concello como a Xunta poden expropiar o inmoble se está ruinoso. A lei do solo xa deixaba aos gobernos locais enviar ordes de execución e, nestes casos, podían solicitar un préstamo sen xuros. Agora vaise un paso máis aló. Ademais, tamén se pode facer una poxa. O prezo sería o 50??% do valor catastral, pero hai que rematalo nos dous anos seguintes», apostilla Carlos Fernández Coto, arquitecto y portavoz de la Asociación en Defensa do Patrimonio Galego.
