La enfermería de Cardiología del Chuac sensibiliza a la población sobre los factores de riesgo enel Día de la Hipertensión. El nerviosismo ante la presencia del médico puede dispararla
16 may 2019 . Actualizado a las 12:24 h.En apenas un rato, una veintena de personas ya habían pasado por las manos de Eva Rodríguez y Josefina Amor, enfermeras de Cardiología del Chuac que este jueves atienden a las puertas del hospital la mesa dedicada al Día de la Hipertensión. «Se conmemora mañana, pero lo adelantamos un día por el festivo para tener algo de clientela», bromeaba Fina.
La actividad, a la que se acercaron también el gerente del área sanitaria, Luis Verde, y los jefes de Cardiología y Enfermería del Chuac, José Manuel Vázquez y Enrique González Rodríguez, fue toda una clase práctica y rápida sobre la importancia de mantener a raya la presión. «Le estamos tomando la tensión a quien nos lo pide, comprobándole los factores de riesgo e informando de las recomendaciones básicas; la mayoría ya se conocen: comer sin sal, con pocas grasas, hacer ejercicio y no fumar ni beber», resumía la profesional.
Entre el vaivén de personas entrando y saliendo del hospital coruñés se percibe «bastante interés, la gente quiere saber cómo tiene la tensión», explica Amor, quien también advierte que «un hospital, al que vas por motivos de salud, no es el lugar más idóneo para tomarla por el síndrome de la bata blanca», o, lo que es lo mismo, los nervios capaces de disparar los valores ante la presencia de un sanitario. «Nos ha pasado con un señor, que normalmente la tiene controlada y aquí le subió a 15», ejemplificó.
Entre los examinados, alguno hubo que ya marcó récords, hasta 22 de máxima, aunque «era una persona que ya estaba diagnositcada y a tratamiento». Aún con variaciones, los índices máximos recomendables son 8 de baja y 13 de alta «y ya se considera en el límite, con 14-9 ya eres hipertenso y hay que pensar a lo mejor en tomar tratamiento», señalaba la enfermera. En la planta en la que trabajan las voluntarias de la campaña de este jueves, la mayoría de los pacientes suelen ser hipertensos. «De hecho, aunque no la tengan alta, cuando sufren un evento cardíaco procuramos mantenérsela más bien baja, porque así el corazón tiene que esforzarse menos, trabajar menos», indicó la sanitaria antes de apuntar que, pese a que siempre se piensa en el corazón «la hipertensión es mala para muchas cosas, para el riñón, para los ictus... ahora que lo tenemos tan presente después de lo de Rubalcaba», señaló en alusión al fallecimiento del político tras sufrir un accidente cerebrovascular.