Juzgada por entrar en el despacho de un juez y robarle la cartera

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Alberto Mahía

Es la misma mujer que el mes pasado prendió fuego a un piso con cuatro hombres dentro

04 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La mujer compareció en los juzgados en muletas y escoltada por dos agentes de policía para ser juzgada por entrar al descuido en el despacho de un juez y robarle la cartera. Pese a que fue sorprendida por una funcionaria cuando salía con el botín, ayer juró que no hizo nada malo, que se confundió de puerta un día que tuvo que acudir a los Juzgados por alguno de los asuntos judiciales que la persiguen. Ni se acordaba qué le llevó al edificio de los Nuevos Juzgados hace seis meses. Ni cómo llegó al despacho del exjuez decano Fraga Mandiá cuando él estaba ausente, celebrando juicios.

Su memoria es corta. Tanto, que tampoco recordó casi nada el pasado 25 de marzo cuando la jueza la sentó enfrente para preguntarle los motivos que le llevaron a prender fuego al piso donde vivía con cuatro hombres en el interior. Apuñaló a uno de ellos y otro se lanzó desde un segundo huyendo de las llamas.

Al día siguiente, la jueza que estaba de guardia la envió a la cárcel y ayer fue trasladada desde la prisión de Teixeiro a los juzgados coruñeses para ser juzgada por un delito leve de hurto por el que la fiscalía pide que se le imponga una multa. No le piden que indemnice al juez porque no le llegó a robar nada. En cuanto salió del despacho de su señoría, titular del Juzgado de primera instancia número 8, una funcionaria la vio. Le preguntó qué era lo que hacía dentro de la estancia y la supuesta ladrona le dijo que se había equivocado. Llamaron entonces a la policía y la mujer entregó la cartera. Fue denunciada y la enviaron para casa. Esa misma casa donde el pasado 25 de marzo protagonizó un escalofriante suceso que a punto estuvo de acabar en tragedia.

Sobre las 7 de la tarde de aquel día, la mujer, de 47 años y conocida como La gallega, comenzó una discusión con su pareja en el interior del segundo derecha del 152 de la avenida de Hércules. El dueño del inmueble medió en la trifulca y recibió una puñalada. Otro de los que estaban en la vivienda se lanzó al vacío.