Las asociaciones de pacientes, reunidas en el congreso de afectados, piden a los médicos un esfuerzo por mejorar la comunicación
27 abr 2019 . Actualizado a las 19:24 h.«Los médicos tienen que ser empáticos con el enfermo», dijo este sábado Cristina Piñeiro, presidenta de Asotrame (Asociación de Trasplantados de Médula), en la segunda jornada del Congreso de Personas Afectadas por el Cáncer. El papel de las entidades sin ánimo de lucro centró una de las mesas principales de la jornada, moderada por Gloria Enríquez, responsable de Humanización de la Estrutura Organizativa de Xestión Integrada de Lugo, Cervo y Monforte, y en la que participaron Eugenia Amoedo, de la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia (Asanog);Beatriz Arbones, de la Asociación de Diagnosticados/as de Cancro de Mama (Adicam); Emma Justo, de la Fundación María José Jove, y María Luz Abella, presidenta de la Junta Provincial de Lugo de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Además de destacar la relevancia de la sensibilidad profesional, los ponentes destacaron la importancia de la comunicación médico-paciente, «con un lenguaje claro que permita al paciente entender qué le pasa», aseguró Cristina Piñeiro. Por su parte, María Luz Abella, habló sobre la historia y el papel de la Asociación Española Contra el Cáncer, organizadora del congreso, e hizo hincapié en la labor de los voluntarios, «un pilar fundamental de nuestra asociación. Su trabajo no conlleva una remuneración económica, pero ayudar a los demás supone una sensación fantástica», señaló.
Ante el estrés
Tras la mesa redonda de las asociaciones, tuvo lugar la conferencia Aquí y ahora, vivir el presente, de Fernando Álvarez de Torrijos, director de Rebap Internacional, exdirector y asesor de Programas Mindfulness en Psiquiatría de la Universidad de Massachusetts y profesor sénior de la Facultad de Medicina de la misma institución académica.
Su intervención estuvo centrada en presentar técnicas para que los pacientes «encuentren recursos dentro de sí mismos para eliminar el estrés que produce la enfermedad y que les impide mejorar». Según afirmó, «todos tenemos dentro una joya que brilla, aunque problemas como el cáncer pueden hacer que no se aprecie. Tenemos que trabajar para eliminar todo lo malo que pasa por nuestra mente».
Para cerrar la sesión matinal del encuentro, se desarrollaron diferentes actividades y talleres, desde charlas sobre cómo enfrentarse al dolor, la importancia de la actividad física, los cuidados que necesitan los familiares de los pacientes oncológicos y la forma de afrontar la sexualidad cuando se está enfermo de cáncer.