Los desamparados ya tienen una oenegé a la que acudir y está en A Coruña

Mila Méndez Otero
M. Méndez A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

gaela
Diego Fernández Lozano

Gratuita para mayores de 65 años y menores de edad, alega que «dejemos de temer al gigante llamado Administración»

10 abr 2019 . Actualizado a las 09:31 h.

Hay dos grupos de edad donde las personas son más vulnerables. La primera, cuando se es más pequeño y, la segunda, cuando los años comienzan a pasar factura. Para ellos nace la Asociación Gallega de Ayuda y Protección de Personas en Situación de Desamparo (Gaela). Un colectivo que surge a raíz de las carencias que sufrieron en propia persona sus promotores. La administración, indican, «también comete errores y provoca situaciones injustas. A veces, más que facilitar el camino, lo complica, cuando debería ser quien garantice la protección de la infancia y la vejez», cuenta Alejandra González. Es la portavoz de la oenegé con sede en A Coruña con la que colaboran expertos en leyes como la abogada María Isabel Blasco Robert o Estanislao de Kostka Fernández.

«Hay una necesidad y es evidente. Algunos callan porque tienen miedo o no tienen medios. No saben a dónde dirigirse para pedir ayuda jurídica o administrativa. Te ves desamparado e incluso parece que eres tú el delincuente», explica Alejandra González. Su compromiso con los más vulnerables se agudizó cuando tuvo una niña en acogida. «Tuvimos que entregarla sin ninguna resolución judicial por un trámite automático que no tuvo en cuenta la situación de la pequeña ni la de su familia biológica», recuerda González.

Asesoramiento gratuito

Gaela ofrece asesoramiento gratuito para menores de edad y para mayores de 65 años, en ambos casos, en situación de vulnerabilidad. Para los demás, tienen sus puertas abiertas aunque aquí sí habrá que abonar los servicios prestados.

«Nos ha llegado el caso de un chico de A Coruña que se fue a Malpica porque sacó allí el carné de percebeiro. Ha tenido un hijo con una minusvalía terrible. A sabiendas de que hay plazas libres en A Coruña, pide el traslado. El niño necesita cuidados especiales en el materno. No es un capricho, sino una necesidad que le niegan de forma sistemática», relata Alejandra. Los mayores que estén desprotegidos en sus casas o por parte de sus familias son el otro sector al que interpelan. «Hacemos un llamamiento social para que la gente deje de tener miedo al gigante llamado administración», reitera la presidenta de Gaela.

En el caso de los menores de 18 años, añade: «La Xunta tiene que realizar expedientes trimestrales a los menores tutelados, estar al día de como están». Cuando ella dio el paso de acoger, indica: «Quise que mis tres hijos fueran conscientes de que, cuando sean adultos, ellos también pueden ayudar. Ahora están decepcionados por lo que nos ha sucedido con la pequeña».

Casos documentados

El colectivo sin ánimo de lucro dará comienzo al proceso de valoración de un caso teniendo en cuenta, siempre, la prueba testifical y documental del proceso. Solo así iniciarán contactos con los responsables de la administración «para investigar y depurar posibles decisiones deficientes, mala praxis, dejadez en las funciones y, en definitiva, un proceso que puede carecer de garantías para una correcta eficacia de los derechos de las personas a proteger», detallan. «Si podemos aportar un grano de arena para alguien que lo esté pasando mal nuestra misión ya tiene un sentido», concluye Alejandra.

Galega cuenta con la colaboración de expertos en el ámbito jurídico

«Tienes que demandar a la administración si esta vulnera tus derechos. Una persona mayor que se encuentra sola y desamparada, o con una familia que no la trate bien, no sabe ni por dónde empezar. Tampoco un menor para el que sus progenitores puedan ser un peligro», explica Alejandra González. Gaela pone el foco en estos dos colectivos cuando el individuo cae en una situación de vulnerabilidad, estipulada por la propia administración. Aconsejan en la tramitación de ayudas posibles «hasta que se encuentren en perfecto estado» y lo mismo con la asistencia. Desde psicólogos, terapeutas, sanitarios o cuidadores. También ayudan con asesoramiento jurídico cuando hay un proceso abierto.