mila méndez
«Me gustaría llorar, pero no puedo». Olga Seijas Fuentes (Barcelona, 1935) lanza el aviso cuando empieza a hablar de su padre. No conserva muchos recuerdos en su memoria ni fotos en su álbum. Sí una carpeta llena de documentos que archiva con la ayuda de su hija Julia. Cómo fue José Seijas Insua, un perito mercantil de Carral, a dar con sus huesos en el campo de concentración de Mauthausen (Austria) es un tema al que aún le da vueltas. «Lloré tanto de niña...». «Que ya no le quedan lágrimas», completa la frase su hija. Olga vio por última vez a su padre en el vagón de una estación de tren de lo que, cree, era Francia. Tenía cuatro años.