El Concello de A Coruña pide disculpas y anula la multa de 200 euros al joven que murió en un paso de cebra

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

La policía lo había encontrado en el suelo a pocos metros de su propio coche

28 mar 2019 . Actualizado a las 14:25 h.

Un joven de 31 años falleció de forma repentina en la madrugada del 6 de marzo. Alrededor de las cinco de la mañana una patrulla de la Policía Local descubrió un coche parado y con una puerta abierta en una paso de cebra de la calle Pintor Joaquín Vaamonde, tras la plaza de Vigo. Segundos después, a pocos metros, descubrieron a su conductor, con los ojos abiertos, los labios amoratados, y con la llave del coche en la mano. Los servicios de emergencia del 061 intentaron reanimarlo, pero no lo lograron.

Ahora, con el duelo a flor de piel, la familia del joven acaba de recibir una carta del Ayuntamiento de A Coruña que le ha producido especial indignación. «Una multa por aparcar en el paso de cebra», señala el padre, que pide no hacer pública su identidad. «La multa llegó a mi nombre, porque soy el propietario del vehículo, de hecho esa noche, como tardaba tanto en regresar, mi mujer y yo fuimos en moto a buscar a nuestro hijo», recuerda este vecino de A Coruña, sorprendido y enfadado por la carta con membrete del Ayuntamiento herculino. «Obviamente no son los doscientos euros de la multa lo que nos duele, es la falta de tacto que han tenido con nosotros», añade. Anuncia recurso: «Me resistiré a abonarla hasta el final por una cuestión de dignidad».

La muerte repentina de una persona tan joven tuvo eco en toda la ciudad. «Mi hijo tenía problemas congénitos de tipo cardíaco, tuvo varias operaciones pero nunca te esperas este desenlace», señala el hombre, padre de otros dos hijos.

 La notificación del agente

Recuerda perfectamente aquella noche. «Mi mujer estaba inquieta porque mi hijo no regresaba, así que fuimos los dos en su busca -relata el hombre-; cuando vimos el coche y nos paramos, un policía nos preguntó si teníamos algo que ver con ese coche, y le dije que yo era el dueño del vehículo».

Entonces el agente municipal fue más allá y quiso saber si eran los padres de quien conducía el coche esa noche. Al confirmarlo estos, les informó de la trágica noticia y ambos se derrumbaron. «Se nos vino el mundo encima», sentencia el hombre.

«Mi hijo dejó el coche donde le tocó morir, no sé qué ocurrió exactamente, pero obviamente dejó el vehículo allí por una urgencia y no es de recibo que ahora nos venga esta multa, es indignante, es como echar sal en una herida que tardaremos mucho en cicatrizar», explica.

Disculpas del Ayuntamiento

Este miércoles, el Ayuntamiento de A Coruña mostró sus disculpas con la familia y anunció que anulará la sanción de 200 euros impuesta. «O Concello da Coruña quere pedir de forma pública desculpas á familia do mozo falecido o pasado 6 de marzo pola dor que poida ter xerado o feito de recibir a a notificación da sanción de tráfico. A intención tanto do Concello como da Policía Local non foi, en ningún caso, que esa multa chegase ao domicilio do veciño falecido xa que, de feito, a sanción está anulada de oficio a causa dunha petición da propia Policía Local emitida o mesmo día do falecemento do veciño», explican desde el consistorio.

Además, señalan que ese mismo día, tras comprobar que el conductor del vehículo infractor era el fallecido, los propios agentes de la Policía Local solicitaron la anulación y archivo de la sanción. «A tramitación das multas está automatizada e é realizada por unha empresa externa. O día 11 de marzo, a notificación da sanción é enviada a Correos, sendo o día 18 o momento no que a empresa encargada de tramitación das multas realiza, de forma efectiva, o arquivo da denuncia en base á solicitude da propia Policía Local e ao informe aportado polo mesmo corpo. A intención da Policía Local en ningún caso foi multar a un veciño nunha situación como a acaecida nin, en ningún caso, xerar un prexuízo á familia», aclaran después de que La Voz le pidiese este martes una aclaración de lo sucedido.