Coco, el mejor sustituto que Marisol Paz pudo encontrar para Ney

Tamara Rivas Núñez
Tamara rivas A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Su dueña asegura que se han convertido en «amigos» inseparables y que se entienden solo con mirarse

17 mar 2019 . Actualizado a las 16:21 h.

 Llenar el espacio que dejó Ney, el golden retriever que continúa ostentando el título oficioso de mascota predilecta de la ciudad cinco años después de su muerte, no es tarea fácil ni para la que fue su dueña, Marisol Paz, ni para Coco, el perro que desde el 2015 se convirtió en su nuevo e inseparable «amigo». «Mi hijo apareció con él cuando lo encontraron abandonado unos amigos. Es tan bueno y sociable como Ney, pero es más simpático y expresivo», comenta orgullosa su dueña.

Junto con Tití, «un gato que se comporta exactamente igual que un perro», forman un trío inseparable. «Cuando me voy a la casa que tengo en O Valadouro vienen conmigo, uno en el transportín y otro con el arnés. Les encanta viajar y me siento protegida y acompañada en todo momento», explica.

Coco y Marisol mantienen esa relación especial en la que no son necesarios para comunicarse ni los ladridos ni las palabras: «Me entiende sin que le hable y sabe cuándo estoy mal. Cuando estuve enferma y me operaron ni él ni el gato salieron de los pies de mi cama». Asegura que su perro se ha convertido en todo un «pijo», que disfruta cada vez que le toca ir a la peluquería canina, y que los dos disfrutan cuando suena la música: «Si yo bailo, él se pone a dos patas y baila conmigo».

Marisol reconoce que todavía se emociona cuando pasa al lado de la estatua que Ney tiene en la plaza de Lugo, pero si el paseo lo hace con Coco, la situación se hace más llevadera. «Una vez una persona me vio al lado de la escultura y me dijo: 'Es más famoso que el alcalde'», comenta entre risas.

Su dueña ya se ha acostumbrado a la independencia del animal, que cada mañana sale temprano a dar una vuelta. «Siempre vuelve, y no quiero pensar en que un día no sea así», sentencia.