El Chuac conmemora el Día del Riñón alertando de la importancia de prevenir la «epidemia del siglo XXI»: la enfermedad renal crónica
14 mar 2019 . Actualizado a las 13:12 h.El Complexo Hospitalario Universitario A Coruña y la asociación de pacientes Alcer se han sumando este jueves a la conmemoración del Día del Riñón con una campaña informativa a las puertas del hospital sobre las claves para tratar de evitar la que «será una de las epidemias del siglo XXI, la enfermedad renal crónica», subrayó Ángel Alonso, jefe del servicio de Nefrología del Chuac.
«Solo se habla del riñón por la diálisis y el trasplante, pero eso es solo la punta del iceberg», subrayó el especialista, que recordó que el rinón es un órgano muy vascularizado y cualquier enfermerdad le va a repercutir, de ahí la importancia de controlar factores como la diabetes, la hipertensión, la obesidad, el tabaquismo y el alcohol. Alonso recordó que a partir de los 35 años este órgano pierde anualmente el 1 % de su capacidad de filtrado, de modo que «si a esa caída natural se suma la diabetes, la hipertensión... va a ser un problema serio; ya lo estamos viendo, hay muchos más pacientes que antes que necesitan diálisis», subrayó. En la actualidad, en el área sanitaria ya hay alrededor de 425 personas que dependen de esta tecnología para continuar viviendo, ya que 325 se dializan en el propio Chuac y en los hospitales concertados San Rafael y Quirón, la unidad del Hospital de Cee atiende a otros 24 pacientes, y 75 enfermos se someten en sus casas a diálisis peritoneal.
Además, «hay cientos de pacientes en prediálisis, abocadas a entrar en el plazo de meses, a lo sumo un par de años, o bien, con suerte a someterse a un trasplante de donante vivo», explicó Alonso, que destacó que en este terreno el área sanitaria se encuentra en una situación privilegiada puesto que el Chuac es el tercer hospital de España, tras el Clinic de Barcelona y el 12 de Octubre madrileño, en el histórico de número total de injertos renales, 3.400 en total, y en la actualidad es de los que más intervenciones de donante vivo realiza.
Pese a todo, insistió en que «el reto de los próximos años» es tratar de reducir el riesgo de enfermedad renal crónica, continuar incentivando la donación en vida, y consolidar tratamientos paliativos de mejora de la calidad de vida de aquellos pacientes «que no van a vivir más por la diálisis, pero van a vivir peor porque la toleran mal».