El acusado de atropellar y matar a un joven en el Orzán pide perdón a los familiares de la víctima

Emiliano Mouzo A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

El conductor utilizó su turno de palabra para indicar que su intención no era atropellar ni causar daño a los tres muchachos

29 ene 2019 . Actualizado a las 16:04 h.

Esta mañana tuvo lugar la cuarta sesión del juicio en la Audiencia Provincial de A Coruña a G. V. O,  que en octubre del 2017 atropelló a tres jóvenes: J. B., que murió tras ser arrollado; M. B. S., que sufrió heridas leves, y B. B. B, menor de edad y que resultó ileso.

Durante la sesión, el Ministerio Fiscal y el abogado de la acusación trataron de convencer al jurado popular de que la actuación del conductor se debe calificar como asesinato, con otros dos en grado de tentativa, por lo que piden para él 49 años de cárcel. O en su defecto, de homicidio, con otros dos en grado de tentativa, que en ese caso sumarían 33 años de prisión. También solicitan que J. G. V. O indemnice a la madre y a los diez hermanos de la víctima mortal con 120.000 euros.

Consideró el fiscal que la actuación del conductor fue adrede, y recordó que él mismo reconoció ante los agentes del 091 y del 092 «que iba a ir a por ellos» tras mantener una discusión o una pelea que minutos antes del fatal siniestro había tenido lugar en un bar del Orzán. De hecho, el fiscal manifestó que el acusado utilizó el coche «como un arma letal», y comparó su actuación con la de «los terroristas del ISIS».

Mientras, la defensa se dirigió a los miembros del jurado para exponer que J. G. V. O. es un joven «sin experiencia en la conducción, ya que hacía seis meses que había sacado el carné y conducía bajo los efectos del alcohol, por lo que el atropello fue un accidente». También destacó que la intención de su defendido, sin antecedentes penales, «nunca tuvo fue la de matar ni lesionar a nadie». Explicó que los tres jóvenes atropellados «contribuyeron a que se produjese el accidente por cruzar la calzada por un lugar indebido».

J. G. V. O. utilizó su turno de palabra para pedir perdón a las víctimas y a sus familiares: «Nunca tuve intención de matar ni de hacer daño», dijo. Agregó en su descarga que es muy joven «y que tuvo muy mala suerte», y que no le salían las palabras «para expresar lo que siento y lo mal que estoy, porque estar en la cárcel es muy duro».

Los padres del joven conductor, José Antonio y Regina, también quisieron pedir perdón a las víctimas y a sus familiares: «Sabemos que lo deben de estar pasando muy mal, pero nuestro hijo no lo quiso hacer. Fue una mala noche que terminó en tragedia de forma accidental». Se quejaron del alegato del fiscal: «No debe tratar a nuestro hijo como un asesino, y lo que hizo fue compararlo con los del ISIS. Eso no se puede consentir, ni tampoco que lo trate de latino de forma despectiva». Recordaron que J. G. V. O. lleva en España 5 años, que «se integró perfectamente, encontró un trabajo digno en una empresa maderera y es un español más».