Cespa cede y acepta reforzar el servicio de reparación mecánica incluso de noche

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La basura se adueña de las calles en el tercer día sin recogida por el estado de los vehículos. En la madrugada del lunes solo dos camiones salieron a hacer su recorrido habitual; uno tuvo que regresar por una avería y otro pinchó un neumático en Monte Alto

28 ene 2019 . Actualizado a las 19:42 h.

Cespa, la empresa encargada de la recogida de residuos en A Coruña, anunció por la tarde su intención de reforzar el servicio de reparación mecánica de sus vehículos «para que la situación vuelva a la normalidad y todos los camiones estén disponibles». Después de una reunión con los trabajadores, mostraron además su compromiso de que ese refuerzo se extienda «a las noches, con el objetivo de arreglar cualquier percance que pudiesen tener los camiones». Cespa pidió «disculpas a la ciudadanía» por las molestias causadas, confiando en «que las calles vuelvan a la normalidad en las próximas horas».

Tras la reunión con los representantes de los trabajadores, estos explicaron a La Voz de Galicia que las medidas anunciadas por la compañía son las que ellos solicitaron. Al cierre de esta edición estaban pendientes de trasladar la nueva situación a los demás empleados, con la esperanza de que pudiesen salir a la calle más vehículos.

Por tercer día consecutivo los contenedores de la ciudad amanecieron ayer llenos de basura. Los trabajadores de Cespa indicaron a través de su representante sindical, Miguel Ángel Sánchez, que en la madrugada de ayer solo salieron dos de los 25 camiones que se encargan de recoger los contenedores: uno regresó a la media hora por problemas técnicos y otro acabó con una rueda pinchada ?por desgaste de los neumáticos, según los trabajadores? en la ronda de Monte Alto.

No hay ni huelgas encubiertas ni sabotajes, asegura la plantilla, lo que hay es un material obsoleto, que hacía años que tenía que haber sido renovado, y un taller propio sin recursos para afrontar las constantes reparaciones necesarias para que los vehículos sigan funcionando, afirman.

Las deficientes condiciones de uno de ellos, una barredora, puso en peligro la semana pasada a la persona que la manejaba. La máquina no pudo frenar y la conductora la acabó empotrando contra un talud para detenerla.

«Hay que garantizar el servicio y la seguridad de los trabajadores», indica Miguel Ángel Sánchez, quien indicó que un inspector de la concejalía de Medio Ambiente comprobó ayer el mal estado de la maquinaria. «No se puede consentir que la ciudad esté así», lamentó, y recordó que la empresa lleva sin contrato dos años. Las barredoras, cita como ejemplo, son aparatos de calidad, pero «ya no son seguras y ha habido accidentes que así lo atestiguan», indica. Desde el Ayuntamiento recordaban el domingo que «é obriga e responsabilidade da concesionaria garantir o correcto estado da maquinaria, así como a adecuada execución do servizo», abriendo la puerta a una sanción.