No todas las ciudades gallegas siguieron el mismo modelo. «En Barcelona hay una treintena de plazas de abastos. Su apuesta está siendo estudiada en Europa. Pero, sin salir de Galicia, tenemos otros ejemplos. Pontevedra no concedió licencias para grandes centros y premió al pequeño comercio», recuerda el profesor de la Escuela de Finanzas José Picado.
Diferenciación
La conciencia ecológica que prima los productos de cercanía y de temporada y el comercio electrónico están marcando el camino. Aunque la tienda física sigue siendo la favorita de los usuarios, «la diferenciación es la clave. El consumidor, al que le sigue importando el precio y el servicio, espera además que le sorprendan, que mejoren su experiencia de consumo antes y después de la compra. Para conseguir captar y capitalizar la atención del consumidor es necesario integrar los canales on-line y off-line», destaca la titular de Investigación de Mercados de la UDC, Noelia Salido.