Una ciudad con importantes actuaciones pendientes

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

A Coruña aguarda por las obras de ampliación de Alfonso Molina, a Pasaxe y por soluciones que alivien el tráfico en el año en que se prolongó el carril bici

02 ene 2019 . Actualizado a las 16:45 h.

A Coruña acabó el año con los grandes problemas de tráfico pendientes de solución. El gran atasco registrado el pasado día 10 de diciembre, con siete horas de retenciones por el enésimo camión que acabó empotrado en el túnel de María Pita, puso de relieve una vez más la fragilidad de la circulación en la ciudad. Sin protocolos alternativos para aliviar la situación, el centro se convirtió en una ratonera. Ese problema surgido tras la apertura de los túneles todavía no se ha resuelto, lo mismo que el demandado enlace, en la plaza de Ourense, con los subterráneos, un paso que desean los vecinos y comerciantes de la Ciudad Vieja, una parte de la urbe que fue peatonalizada el verano pasado pero que sigue estando relativamente aislada. 

Los cambios en las líneas del bus urbano siguen también pendientes. El carril bus, una promesa realizada en la campaña, sigue sin fecha. Sí se avanzó en una rebaja del bus que teóricamente se aplicará desde febrero, con el billete pasando de 1,30 a 1,20 euros, pero la relación entre Tranvías y el Ayuntamiento, que impuso sin acuerdo esa rebaja, va camino de los tribunales y seguramente habrá que esperar a su resolución para saber si el descuento ha llegado para quedarse o habrá que resarcir a Tranvías por incumplir el consistorio los términos del contrato.

En la ciudad se ha prolongado el carril bici con dos granes brazos: el metropolitano que enlaza el centro con el puente de A Pasaxe, y que todavía tiene tramos pendientes para entrar en funcionamiento, y el creado únicamente con fondos municipales que vertebrará la urbe desde la Palloza por Pérez Ardá hasta el campus y Matogrande.

Los cambios que supondrá en el tráfico la ampliación de la red ciclista habrá que evaluarlos durante el 2019, año en el que está previsto que también se ejecuten las dos rotondas de Ramón y Cajal anunciadas por el consistorio.

En A Coruña, además, están pendientes grandes obras por las que la ciudad lleva peleando muchos años. Una de ellas es la ampliación de Alfonso Molina. El gobierno local retrasó cerca de un año esa obra cuando estaba ya enfilada. Fue al principio del mandato, cuando la Marea decidió que el plan que había no era el que ellos deseaban. El proceso se paró y Fomento volvió a rehacer el proyecto, pero las esperadas obras no comenzaron.

Tampoco hay fecha fijada todavía para una actuación que se anunció a pocos meses de las elecciones del 2015: la ampliación del puente de A Pasaxe.

Se trata de un paso necesario no solo para el tráfico -se pasará de seis a ocho carriles-, sino también para enlazar peatonalmente A Coruña y Oleiros, ya que las aceras actuales son insuficientes y los ciclistas no pueden cruzar con seguridad. Cuando se inviertan los 24,5 millones previstos habrá pasos peatonales y para bicis, pero habrá que esperar años para verlo.