Melchor, Gaspar y Baltasar son coruñeses

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

13 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy les traigo una historia mágica, una de esas que hacen leyenda y que es tan real que la protagonizan tres reyes: Melchor, Gaspar y Baltasar. A los tres los había perseguido toda la vida, a los tres los había visto de niña en la cabalgata, pero nunca pensé que tendría ocasión de hablar largo y tendido con ellos. Pero como en Coruña pasan cosas increíbles, me encontré hace tres años una tarde de diciembre en pleno Campo da Leña con tres tipos geniales. Allí me cité con Baltasar, el padre, y sus dos hijos, Melchor y Gaspar, que con todo su relato se coronaron como los Reyes Magos de Monte Alto. Me había pedido muchas veces de pequeña encontrarme con sus Majestades de Oriente, pero nunca imaginé que la realidad se volviera de adulta tan intensa.

Antes de quedar con los tres, recuerdo que hablé por teléfono con ellos para concretar nuestra reunión, y mis hijos, a mi lado, temblaban de emoción: «Perfecto, Gaspar, nos vemos mañana»; «De acuerdo, Baltasar»; «Espero reconocerte, Melchor»... Las risas que me eché por dentro en ese instante.

Pero al día siguiente no hubo duda de quién era quién, porque los tres me mostraron sus carnés de identidad para certificar lo que parecía mentira. Baltasar, el padre, me contó con detalle cómo se le ocurrió la idea de montar este belén familiar. Que él supiera su nombre no tenía más tradición en su casa, así que decidió no instaurarla cuando nació su primer hijo, al que llamó Carlos. Pero cuando le venía en camino el segundo, él, que estaba por aquel entonces emigrado en Francia, se dejó llevar por la insistencia de unos amigos que lo animaron a ponerle Gaspar. A Baltasar le pareció en ese contexto afrancesado que no tendría tanta connotación el nombre y se atrevió con arrojo. Cuesta creerlo, lo sé, pero Baltasar me lo juró con una corona sobre su cabeza: «Fue así, de verdad; Gaspar nos pareció un nombre bonito sin más». ¡Pero si luego le pusiste a tu tercer hijo Melchor! «Bueno -me confesó-, ahí ya me hacía ilusión tener esa curiosidad». Los tres no celebran su santo el día 6 ni montan algo especial, pero Melchor y Gaspar cuando iban al colegio y pasaban lista estaban abonados a las bromas. Y a alguna anécdota también. Melchor me contó también que cuando jugaba al fútbol, a los 20 años, tuvo un choque con un compañero y sufrió una conmoción. El médico al hacerle la revisión le empezó a preguntar: «¿Cómo te llamas?» «Melchor». ¿Y tu padre? Baltasar. ¿Tu hermano? Gaspar». «Bien -le dijo el doctor- te tengo que hacer un tac». El nombre, ya ven, les ha dado toda la gracia del mundo, pero también todo el encanto. Melchor, Gaspar y Baltasar son de esa gente buena que se afana en hacer de su cariño y de su tiempo todo un regalo. Los tres son coruñeses y de Monte Alto y, aunque no me van a creer, Baltasar y su mujer viven al lado de la calle Oriente.