Linares Rivas o el punto de no retorno de los colapsos en el centro urbano

E. E. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

13 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El problema de los túneles es que cuando se cierran el caos que se crea solo se puede atajar mucho antes de llegar al centro. La Policía Local recomienda emplear las rondas cuando eso sucede. El drama surge cuando el conductor se pasa los desvíos que hay para ello y desemboca en el centro. Los que llegan de la avenida de A Pasaxe y rebasan la Casa del Mar ya están perdidos, lo mismo que los que acceden por Alfonso Molina y se saltan el último desvío, el de Fernández Latorre. Pasado ese punto se entra en una zona sin retorno.

 Hasta hace poco, los atrapados en Linares Rivas podían todavía dar la vuelta en la plaza de Ourense, pero ese giro está ahora prohibido. Sin el paso subterráneo los coches solo pueden llegar a la Ciudad Vieja y Monte Alto a través de San Andrés o por el paseo desde el túnel de Juana de Vega. El problema en ambos casos es que los coches pasan de uno en uno por un cuello de botella regulado por semáforos, insuficiente para dar salida a miles de vehículos. Y peor todavía si el conductor pretende alcanzar San Andrés por Rúa Nova, porque ahí sí que se pasa de uno en uno con cuentagotas.

Hoy no hay alternativa cuando el subterráneo colapsa. Tampoco se busca, el gobierno local no ha impulsado ninguna mejora para el tráfico rodado, sino al contrario, con la esperanza de acabar disuadiendo a los conductores de usar el coche. Hasta ahora el volumen de tráfico no ha decrecido, pero sí el número de conductores cabreados y resignados.