El 092 no atiende las llamadas por abandono de animales, ante el cierre temporal de la perrera

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

El centro de acogida municipal lleva dos semanas en cuarentena por una bacteria

13 dic 2018 . Actualizado a las 12:55 h.

El centro de acogida municipal de Bens está cerrado desde hace dos semanas por una bacteria que llevó a la muerte a un perro a finales de noviembre. La concejalía de Medio Ambiente, ante el temor de que exista un brote de leptospirosis en las instalaciones, tomó la decisión de cerrar sus puertas hasta descartar cualquier posible riesgo de contagio. Por tanto, los canes que están abandonados lo seguirán estando. No hay adonde llevarlos.

Lo dicen desde la propia sala del 092. Todos los ciudadanos que llamaron durante estas dos última semanas para denunciar la presencia de un animal suelto en la calle recibieron la misma respuesta: «Pues déjelo en un lugar seguro. La perrera está en cuarentena y, por tanto, no hay servicio de laceros».

Le ocurrió ayer a una joven que paseaba por Novo Mesoiro. Se encontró con un can en las proximidades de un parque. Era viejo y parecía que estaba ciego. Llamó a la Policía Local y le explicaron el problema que había. El agente, según la mujer, le dijo que nada se podía hacer pese a la insistencia de la joven, que veía un peligro tanto para el animal como para la circulación, pues su presencia en la vía pública podría causar un accidente. No pasó nada porque la ciudadana cogió al can y no descansó hasta encontrar al dueño, varias horas después.

Mucho peor es lo que está lo que ocurriendo en las proximidades al Chuac, donde hay dos perros abandonados desde hace días «sin que el Ayuntamiento se responsabilice de su cometido», según denuncia Raquel Lijó, de la protectora SOS Pelines. Recuerda también un suceso ocurrido recientemente con un can que andaba suelto por Alfonso Molina. Terminó siendo atropellado en la avenida «y hoy todavía se pueden ver sus tripas en el asfalto».

El problema continuará hasta que los 43 perros que en estos momentos están en el centro de acogida municipal queden fuera de todo peligro y se constate que no fueron afectados por la bacteria. Se sabe que ningún otro animal que haya estado en la perrera desarrolló síntomas de la enfermedad. Tampoco que haya habido contagio alguno a humanos.

Desde Medio Ambiente se recuerda que todos los animales que entran en el centro son tratados de desparasitación interna y externa, y vacunados contra la parvovirosis. En caso de que se produzca la confirmación del brote de leptospirosis, se definirán medidas a adoptar con los animales, incluida la de posibles sacrificios.

En cuanto a las personas que puedan estar en riesgo de contagio, el departamento municipal dirigido por María García afirma que ya están informadas todas las que han podido tener contacto con estos animales en los últimos días. Desde el Sergas aseguran que esta enfermedad no es de declaración obligatoria, es decir, no es necesario que se le comunique a las autoridades sanitarias, a no ser que se traspase a humanos. Como tal cosa no ha sucedido, por ahora, solo ha habido recomendaciones.

«Se legisla contra el abandono y la primera en fallar es la Administración»

La responsable de la protectora de animales SOS Pelines, Raquel Lijó, lleva días denunciando lo que está pasando con la perrera y la «lamentable» respuesta del Ayuntamiento. No entiende que se legisle «contra el abandono y la primera en fallar es la Administración». Porque para Raquel Lijó la reacción municipal «no es otra cosa que dejación, maltrato animal y abandono».