El retraso del presupuesto limitará las inversiones y ayudas a entidades

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El gobierno local sigue sin dar el documento completo a la oposición para negociar

09 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Por cuarto año, el Ayuntamiento no tendrá sus presupuestos listos el 1 de enero. Es más, a 22 días de que se cumpla ese plazo, el gobierno local ni siquiera ha hecho públicos los datos básicos de las cuentas. Se desconoce cuántos fondos tendrá el Ayuntamiento en total en el 2019, cuándo prevé llevar a pleno las cuentas ni cuáles serán sus proyectos principales, pese a que hay elecciones municipales en el mes de mayo.

Entre tantas incógnitas, lo único seguro a estas alturas es que el gobierno local tendrá que prorrogar los presupuestos de este ejercicio, lo que impedirá que se puedan tramitar nuevas inversiones y convenios con las entidades sociales, culturales y deportivas, entre otros asuntos.

La situación contrasta con la de ayuntamientos como Vigo, que lleva sus presupuestos en plazo, o incluso con otras ciudades con gobiernos en minoría, como Pontevedra, donde el BNG ha logrado sacar adelante sus presupuestos en el plazo reglamentario.

Una demora que ya es rutinaria

El retraso de las cuentas podría considerarse atípico en el conjunto de la historia política de A Coruña desde 1983, ya que desde ese año hasta el 2015 los presupuestos siempre estuvieron avanzados a estas alturas del ejercicio. Pero durante este mandato, la situación no deja de ser rutinaria, ya que la Marea nunca logró aprobar las cuentas en plazo.

No lo consiguió en el 2016, a pesar de que recurrió a una cuestión de confianza tras romper las negociaciones con el Partido Socialista; y tampoco lo logró en el 2017, aunque el PSOE se ofreció desde el primer momento a aprobar las cuentas sin poner condiciones a cambio, con el fin de demostrar que la mala gestión de los años anteriores era un problema endémico del gobierno de Xulio Ferreiro, y no una consecuencia de las negociaciones con los partidos de la oposición.

Esas negociaciones, imprescindibles porque el grupo de gobierno está en clara minoría con 10 concejales de 27, ni siquiera han comenzado en serio este año.

El único grupo al que se ha facilitado algún documento es al del PSOE, pero no se les ha entregado todo el expediente y algunas áreas de gobierno ni siquiera les han facilitado unas previsiones básicas. La situación es, por lo tanto, similar a la de hace una semana. El parón sigue a pesar de que el 26 de noviembre el alcalde responsabilizó de los escasos avances a los socialistas, que estaban celebrando sus primarias.

Según dijo aquel día Xulio Ferreiro, su equipo tenía todo preparado para llevar las cuentas al pleno desde hacía semanas, pero no lo habían podido hacer por los asuntos internos del PSOE. Dos semanas después de aquellas palabras, el gobierno local no solo no ha llevado las cuentas al pleno, es que como ya se ha indicado se desconocen incluso los datos básicos del presupuesto.

Iniciativas de la oposición

Ante esa situación, tanto el PP como el BNG han anunciado que mañana en el pleno preguntarán al gobierno cuándo tiene previsto llevar a pleno las cuentas. Los nacionalistas plantearon un interrogante similar en septiembre, y desde la Marea se les contestó que los trámites iban más despacio en Pontevedra, donde gobiernan. Esa ciudad, como se ha indicado, ya tiene sus cuentas listas.

La portavoz del Bloque, Avia Veira, tachó la gestión del gobierno local de irresponsable, mientras que la candidata del PP, Beatriz Mato, lamentó que es probable que las cuentas no entren en vigor antes de las elecciones, «por los plazos y por lo poco que parece que han hecho [desde el gobierno local]».

La candidata socialista, Inés Rey, señaló que el presupuesto tenía que estar en la mesa desde octubre «para que se pudiera negociar», pero a estas alturas «en algunas áreas no tenemos información ni parcial ni completa». Rey recordó que las cuentas son «responsabilidad del gobierno» especialmente cuando no tiene mayoría y debe negociar, por lo que «evidencian dejadez y falta de interés, la misma que han demostrado en tres años y medio de desgobierno».