La Marea empieza a mover otros presupuestos que llegarán tarde

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CEDIDA

Hay contactos con el PSOE y dudas por la posible pérdida de 15 millones del 2017

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La excepcional situación vivida por el Ayuntamiento de A Coruña en el 2015, cuando por primera vez desde 1983 no se aprobaron en plazo los presupuestos del año siguiente, se ha convertido en rutina. Diciembre tiene 19 días hábiles, y solo el plazo de alegaciones de un presupuesto es de 15, a lo que hay que añadir las convocatorias de plenos, juntas de gobierno y comisiones previas, además de los plazos de publicación en boletines. Por lo tanto, salvo que se diesen unas circunstancias extraordinarias, la ciudad amanecerá el 1 de enero sin unas cuentas actualizadas por cuarto ejercicio consecutivo.

Esa situación obligará a prorrogar el anterior presupuesto, lo que causará más trabajo a los servicios municipales y dificultará un año más la ejecución de obras públicas y otras inversiones.

Lo ocurrido en el Ayuntamiento de A Coruña contrasta con lo sucedido en Vigo, la única ciudad gallega comparable por masa de población. Allí, durante los últimos cuatro años, las cuentas se han aprobado siempre en fecha. Las del 2019 ya recibieron el visto bueno inicial del pleno el pasado 15 de noviembre, y en unas semanas se les dará el sí definitivo. Mientras, en María Pita no se ha fijado una fecha ni siquiera para esa aprobación inicial.

El retraso no parece inquietar al gobierno local. El alcalde, Xulio Ferreiro, se refirió al retraso del presupuesto el pasado día 26, pero lo hizo para responsabilizar al PSOE de la situación. Aseguró que «había conversas e disposición de negociar, pero levamos varias semanas agardando a que o Partido Socialista resolvese a súa cuestión interna», en referencia a las primarias en las que resultó vencedora Inés Rey. El alcalde culpó al PSOE de que sus asuntos internos, una vez más, «teñen repercusións no Concello e na tramitación das cousas», y aseguró que su equipo está, desde hace semanas, en disposición de llevar las cuentas al pleno.

Sin novedad en el frente

El proceso orgánico socialista terminó el pasado domingo, pero eso no parece haber influido en el gobierno local, que sigue sin llevar a pleno las cuentas, y no ha presentado las líneas maestras del presupuesto, su importe total o la cifra de inversiones.

En todo caso, las cifras presupuestarias del 2019 serán similares a las de este año, ya que el gobierno local tampoco ha reformado las tasas e impuestos.

Las acusaciones del alcalde contra los socialistas contrastan con sus propias palabras. El 30 de octubre, el regidor anunció que antes de negociar el presupuesto prefería hablar de las inversiones a cargo del remanente del 2017, que suman 15,1 millones.

Pero esos fondos están en el aire porque el gobierno local lleva siete meses incumpliendo el período de 30 días para pagar a proveedores, y en ese caso la ley obliga a destinar el remanente a liquidar deuda con los bancos.

El equipo de Ferreiro aún podría cumplir ese plazo en diciembre, pero hasta que sepa si lo ha logrado tendrá dificultades para cerrar el capítulo de inversiones de los presupuestos, en el que tendría que incluir parte de las obras previstas con los 15,1 millones (algunas de ellas promesas electorales) si al final no las puede hacer con cargo al remanente.

Las palabras del alcalde acerca de la responsabilidad del PSOE también contrastan con la documentación trasladada a los socialistas. Durante las últimas tres semanas se han producido encuentros discontinuos entre los ediles del PSOE y los del gobierno local. En algunas reuniones se ha facilitado documentación más o menos detallada, y los encuentros se han multiplicado en los últimos días, pero incluso ayer algunas reuniones no habían pasado de una toma de contacto inicial.

Las palabras del alcalde causaron malestar entre los socialistas. Su candidata, Inés Rey, señaló que el regidor «se excusa en procesos internos» para «justificar su inoperancia y falta de gestión». Rey subrayó que «siempre hubo interlocutor en el PSOE» y lamentó que «quienes no cumplen y no trabajan son ellos».

El PSOE mantiene su estrategia

El grupo socialista, salvo sorpresa, mantendrá la estrategia que adoptó el año pasado de facilitar que se aprueben las cuentas. El anterior portavoz del partido, José Manuel García, defendió ese plan con dos objetivos: facilitar que se hagan inversiones en la ciudad, y quitar a la Marea la excusa del «bloqueo» de la oposición, a la que recurrieron cuando tuvieron problemas para aprobar las cuentas durante los dos primeros años de mandato.

Desde el punto de vista del PSOE, la estrategia ha funcionado, ya que la Marea no ha podido acusar a la oposición de las bajas cifras de inversión en obras y mejoras que se han registrado durante este año, similares por ahora a las de otros ejercicios. Al contrario, desde su punto de vista ha quedado al descubierto que las denuncias de mala gestión contra el equipo del alcalde tenían un fundamento cierto.