Las primarias que le cambiaron la cara al PSOE de A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Las elecciones abren una nueva etapa y consuman la reforma interna larvada desde la derrota del 2015

28 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras dos semanas de primarias, el PSOE tiene candidata a la alcaldía, Inés Rey. Además, tras la dimisión de su rival José Manuel García, pronto tendrá nueva portavoz. Será, salvo sorpresa, la concejala Yoya Neira, que será propuesta por la candidata ante la ejecutiva local del partido.

Las primarias fueron desde el inicio una pugna entre José Manuel García y los otros tres candidatos: Inés Rey, Rafael Arangüena y Juan Ignacio Borrego. Esa distribución no es arbitraria. García había entrado en política como fichaje de la candidata del 2015, Mar Barcón, y se le veía como su heredero natural. En el otro lado, Rey y Arangüena provenían de sectores críticos con Barcón desde hacía años. Borrego estuvo en la órbita de la excandidata, pero en marzo presentó su dimisión de la ejecutiva local, que es fruto de un pacto entre el sector del Gonzalo Caballero, secretario general del PSdeG, y el grupo de Barcón.

Esas dimisiones dividieron aún más el campo barconista, que ya había sufrido importantes pérdidas desde la derrota del 2015.

Dos de las bajas más significativas fueron las de las concejalas Silvia Longueira y Yoya Neira, que en las primarias se situaron al lado de Inés Rey. Neira, con sólidos apoyos en la agrupación local, fue clave para su victoria.

Antes de la primera vuelta se intentó alcanzar un acuerdo entre los tres grupos críticos con el sector que lideraba García. Las conversaciones avanzaron facilitadas por el sector provincial y se alcanzó un nombre de consenso, el de Juan Díaz Villoslada, pero se borró al día siguiente.

Su paso atrás dejó sin tiempo al sector crítico, que llegó dividido a la primera votación. Se impuso, como estaba previsto, José Manuel García, con 143 votos. La siguiente clasificada fue Inés Rey, con 96 sufragios. Por detrás de ella, Arangüena reunió 81 apoyos y Juan Ignacio Borrego, 70.

El giro tras la primera vuelta

El sector crítico era mayoritario y el resultado de García era menor al esperado -las quinielas internas le daban 160 votos o más- pero partía con clara ventaja de cara a la segunda vuelta.

Su victoria dependía de que sus rivales siguiesen divididos, de forma que unos se quedasen en casa y pudiese repescar a otros. Ese escenario se mantuvo hasta el miércoles, cuando se cerró un pacto para que el sector de Borrego, que ya se había mostrado dispuesto el domingo, apoyase la candidatura de Rey.

Quedaban en el aire los votantes de Arangüena, que mantenían posiciones dispares sobre qué hacer en la segunda vuelta.

La balanza la inclinó de forma definitiva el sector provincial. El giro se produjo entre el viernes y el sábado. Aunque al contrario que Borrego, que mostró su apoyo a la candidata en las redes con una foto juntos, Arangüena optó por situarse en un segundo plano.

La inesperada alta participación en la segunda vuelta (un 77,35 %, mayor que la primera vuelta, contra todo pronóstico), anunciaba la victoria de Inés Rey, que multiplicó por más de dos los votos del domingo anterior.

La participación también fue fruto de la polarización en la fase final de la campaña, en la que Rey fue muy crítica con García, movilizando a su sector y también al de su rival, que creció hasta los 178 votos. García no tardó ni 24 horas en hacer efectiva su promesa de dar un paso atrás si no era elegido, y sin una palabra gruesa dimitió al día siguiente.

La portavocía pasará a Neira y el acta de concejal a Ton Pachón, que respaldó a Borrego y a Rey, como los otros cinco concejales. En el grupo ya no hay «barconistas» y, salvo cuitas personales, ya no hay motivo para la división. Tienen cinco meses para remontar. No lo tendrán fácil, la Marea ya les culpa del retraso del presupuesto, aunque ese documento lo elabora el gobierno local.