Oscar D'Leon: «La atracción del reguetón es inmensa»

Javier Becerra
javier becerra A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ÓSCAR D'LEON
ÓSCAR D'LEON

Se trata de uno de los nombres míticos de la época dorada de la salsa. Llega el sábado a la ciudad con un lleno más que asegurado

23 nov 2018 . Actualizado a las 11:28 h.

Lo de los sobrenombres de Oscar D’León va por barrios. En unos lados es el Sonero del Mundo. En otros, el Bajo Danzante. Y en otros, el Diablo de la Salsa. «Son apodos que me pone el pueblo y a mí me parecen bien todos», dice el artista desde Miami. El sábado 24 estará en A Coruña (Pelícano, 22.00 horas, 30 euros)

-Empezó muy tarde en la música, a los 28 años.

-Las cosas se dan en el momento en el que tienen que darse. Yo estuve detrás de la música muchos años siendo un anónimo, pero apareció la oportunidad de formar una orquesta que hice en dos días. Comenzó en el 72 y desde entonces no he parado.

-Y ahí aparece «Llorarás». ¿Qué supuso eso para usted?

-Es importantísima. Es una historia rara. No iba a salir. Se usó para rellenar y acabó siendo mi icono musical.

-Vivió la época dorada de la salsa cuando explotó en Nueva York. ¿Fue tan especial?

-Claro que sí. Supuso la internacionalización efectiva del género.

-Lo latino entonces estaba en el centro del mundo.

-Hizo falta un hombre cuyo hueco ha sido difícil de llenar: Ralph Mercado. Él hizo una gran base para que nosotros fuéramos importantes en el mundo. Llevó el género a muchísimos países con los artistas en vivo.

-En A Coruña el colectivo Salsa Pal Bailador reivindica la salsa de los setenta y la pincha en vinilo. ¿Qué le parece?

-Eso está de moda. Los grandes productores están volviendo al vinilo y el sonido analógico. El exigente de la música siempre hace hincapié en eso, que aquello era mucho mejor. El sonido era mucho mejor, pero editar era mucho más complicado.

-Es venezolano, pero siempre ha estado fascinado por Cuba.

-Para mi gusto la interpretación en Cuba era la mejor. Los otros países, como Puerto Rico, Santo Domingo o Venezuela, tiramos de la base musical cubana, el son, la rumba, la conga... Todo eso son los condimentos de la salsa.

-¿Pide un relevo salsero?

-Sí. Hoy en día la atracción del reguetón es tan inmensa que lo puede todo. Le da cabida a muchos muchachos que no saben cantar, pero saben rapear, que también es difícil.

-¿El actual bum latino le recuerda a los años setenta?

-Sí, vivimos un momento interesante en la actualidad. Pero no hay ese relevo. Necesitamos que los chicos saquen los tambores a las esquinas a hacer rumba.