En la nave viajaban casi 180 pasajeros, algunos de los cuales criticaron la falta de información de Vueling
13 nov 2018 . Actualizado a las 11:26 h.Los casi 180 pasajeros afectados por la cancelación del vuelo de Vueling del domingo que cubría la ruta entre Londres y A Coruña todavía se están recuperando del periplo de casi 24 horas que tuvieron que vivir para llegar -escalonados y a través de diferentes enlaces con Barcelona- al aeropuerto de Alvedro, donde estaba previsto que aterrizasen a las 23.25 horas del domingo.
La odisea empezó dentro del avión, donde esperaron durante tres horas por un despegue que llegó al día siguiente. La primera explicación que recibieron por parte de la tripulación para justificar el retraso que estaban viviendo fue el exceso de tráfico aéreo, a la que después se sumó una avería en la nave y finalmente un exceso de horas de trabajo de la tripulación, que les obligó a desembarcar y pernoctar en un hotel. «El día se hizo interminable y desde Vueling nadie se puso en contacto con nosotros para decirnos qué hacer», comenta María Sáez, una vecina de Mera que llegó a A Coruña a las 17.10 horas. Ella y su marido consiguieron dos plazas en el primer vuelo que llegó a Alvedro con pasajeros reubicados, tras explicar a la compañía que su esposo, diabético de tipo 1, necesitaba pincharse cuanto antes su medicación. «Nos sorprendió lo difícil que fue que nos diesen plaza en ese vuelo cuando iban muchas vacías», asegura.
Noemí Romay, una profesora que viajaba junto a otros 43 compañeros tras finalizar un curso de inmersión lingüística de la Consellería de Educación, coincide en señalar la falta de información y soluciones ofrecidas por la empresa. «A las seis de la mañana estábamos en pie sin saber a qué hora volábamos porque Vueling no se puso en contacto con nosotros en ningún momento. Descubrimos que salíamos a las 11.30 de Gatwick porque alguien metió el número de reserva en la web», explica. Su grupo llegó a A Coruña con casi 24 horas de retraso, tras aterrizar en Santiago a las 20.40 y desde ahí, una hora más en autobús hasta el aeródromo coruñés.
Desde Vueling aseguran que intentaron reubicar a todos los pasajeros afectados «lo antes posible», todos a través de Barcelona, en vuelos que aterrizaron en Alvedro, Lavacolla y Peinador.
