La lucha de Alcoa se mantiene viva en la Torre y Riazor

pablo varela / R. D. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

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Los trabajadores de la fábrica coruñesa piden «un cambio de compañía o que el Gobierno ejecute una nacionalización»

11 nov 2018 . Actualizado a las 11:25 h.

Hasta la meteorología parecía ponérselo complicado, pero los empleados coruñeses de Alcoa volvieron ayer a las calles de la ciudad para demandar soluciones para el futuro de la factoría. En la explanada de la torre de Hércules no estuvieron solos. Muchos ciudadanos acompañaron al mediodía a la plantilla al grito de «Enerxía, solución!», mientras portaban una pancarta de rechazo al cierre que aguantaba las embestidas del viento.

Algunos de los presentes se acordaban de los antepasados de Roy Harvey, jefe ejecutivo de la compañía, mientras Nazario Arias, miembro del comité de empresa, hacía balance de una intensa semana de movilizaciones: «No estamos yendo a las reuniones de negociación y eso nos quita kilómetros de encima, pero el jueves nos marchamos a Avilés a las tres de la tarde y volvimos a las dos de la madrugada».

Arias confirma que la semana que viene «Alcoa y los sindicatos tendrán presencia en las reuniones» y que «ahí se verá qué intencionalidad hay» para desenquistar el proceso. Sin perder las fuerzas para continuar en la lucha, de sus palabras se desprendía cierto grado de hartazgo, casi cansancio mental, por lo que pedía que se acelere hacia una solución final: «Hay dos opciones: una nacionalización por parte del Gobierno o un cambio de compañía, que es lo mejor que nos podría pasar».

Juan Carlos Corbacho, presidente del comité de empresa, ahondaba en la cuestión explicando que «con Alcoa non vexo futuro porque desde 1998 non miran en positivo cara a aquí», y que «a empresa, ao estar tan globalizada, métenos produto doutras factorías como a de Arabia Saudita, cando temos o 30 % da produción propia parada». A su alrededor, varios niños de las familias que acudieron a la concentración jugueteaban con las pegatinas donde rezaba el «Alcoa, peche non!». Quizá desconocían su significado o no lo intuían en su totalidad, pero estaban allí, haciendo piña.

También el estadio de Riazor fue un clamor de apoyo en el minuto 5 del choque que enfrentó a Deportivo y Oviedo. Antes, a las 19.00, los empleados se congregaron en la avenida Manuel Murguía junto al público llegado del Asturias, que portaba carteles en apoyo a la planta de Avilés.

Arias mostraba su orgullo por la respuesta de la gente. «No nos podemos quejar, tampoco de la representación política en los actos», decía. Sí lamentaba que la situación haga mella en su entorno. «Estamos en un bucle de 24 horas en el que duermes poco y piensas mucho. A mi familia le dije hoy que no viniera, pero lo han hecho igual», contaba.