Michael Jackson sigue enamorando en el 2018

Javier Becerra
Javier Becerra CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ocurrió hace un par de semanas en el ciclo Rock en Familia que se celebra en la discoteca Pelícano. En lugar del nocturno horario habitual, esta vez la música sonaba a las doce del mediodía. Todo ante una audiencia que iba de treinta para arriba y de diez para abajo. Es decir, padres con hijos dispuestos a celebrar su pasión por la música pop. En modo familiar y ambiente de fiesta.

En esta ocasión el homenajeado era alguien especial: Michael Jackson. Aunque los niños que fueron a la cita no crecieron con él, siguen cayendo obnubilados ante los encantos del creador de Thriller. Como ocurre con The Beatles o AC/DC, se trata de una pasión transmitida de padres a hijos. Así se podían ver a familias enteras portando el guante blanco con brillantes de Jacko. También a minireplicantes ataviados como el ídolo. La venta por Internet permite que cualquiera pueda conseguir una cazadora roja como la que se usaba el cantante en el videoclip de Thriller o el kit completo para aparecer igual que Michael salía en The Way You Make Me Feel.

Empezó. A mí lado, un imberbe de apenas tres años se subió sobre una mesa. Empezó a imitar al cantante, como si de la actuación del artista en la gala de la Tamla Motown se tratase. En el otro, una familia entera observaba desde un reservado todas las evoluciones del show con la boca abierta. Y en el foso, la gran fiesta pop. En el escenario Adrián Álvarez (Sac MJJ), el clon de Michael desplegaba toda la fantasía del mito. Desde el celebérrimo moonwalk que se marca en Billie Jean al baile con zombis de Thriller. Desde la mítica danza en círculos a lo indio de Black or White a la inclinación legendaria de Smooth Criminal. Su compañero David, cantante, clavaba las inflexiones vocales y el estilo.

Al final del bolo, tras el «¡otra, otra, otra!», los artistas quisieron recordar el lado solidario de Michael Jackson. Interpretaron We Are The World, la canción compuesta por él y Lionel Richie en 1985 para el supergrupo USA for África. Allí, contagiados por la simplicidad del tema y bajo una lluvia de confeti, los pequeños fliparon. Aunque los mayores no entendiéramos nada. Con la de temazos que tiene Michael Jackson van y flipan con esta canción totalmente menor. Pero eso, con niños, son cosas que pasan. También prefieren Yellow Submarine en The Beatles.

La pasión por Michael continuó una semana después con el espectáculo Legend, en el Coliseum. Ahora toca la traca final con Forever, que se celebrará en el Palacio de la Ópera el próximo 22 de diciembre con dos sesiones que ya están a punto de agotarse. Constituirá el broche final para este trimestre en el que en A Coruña se está honrando el rey del pop. Y, aunque sea en modo facsimilar, nos sirve para recordar que no hubo otro como él.