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Abel subió junto a su padre a bordo del trasatlántico Queen Victoria que ayer recaló en la ciudad

08 nov 2018 . Actualizado a las 11:39 h.

«Quedou marabillado», destaca José Manuel, el padre del protagonista de esta historia que comenzó a gestarse hace ya mucho. Abel tiene 30 años y ayer vio cumplido su sueño, visitar un trasatlántico. «Eu son de Corme e a nai de Laxe, así que tíranos ao mar», destaca el progenitor, que removió el Atlántico con el Mediterráneo para conseguir el acceso al Queen Victoria, el majestuoso buque que atracó ayer en el puerto coruñés. Mundomar Cruceros y la naviera Cunard fueron sensibles a la demanda de Abel, que cuando tenía 21 años sufrió una muerte súbita, y le invitaron a subir a bordo junto a su padre. «Agora vivimos en Perillo porque temos máis doado o tema da rehabilitación», explica José Manuel, todo un ejemplo de entrega. Ahí los tienen, con el primer objetivo conseguido, subir a bordo. Durante toda la mañana permanecieron en el enorme trasatlántico, de 19 cubiertas, e incluso tuvieron la oportunidad de almorzar a bordo. Ahora, a por el sueño de la recuperación.