Así perdió A Coruña el tren de la intermodal

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

La estación sufre retrasos como el del convenio de financiación. Mientras que Santiago y Ourense lo firmaron en el 2016, el Ayuntamiento de A Coruña lo envió a Xunta y Fomento este miércoles

02 nov 2018 . Actualizado a las 13:24 h.

Este miércoles, el ADIF -el administrador estatal de infraestructuras ferroviarias- licitó por 6,5 millones el aparcamiento de la nueva estación intermodal de Ourense. Poco antes, el 18 de septiembre, la Consellería de Infraestruturas inició su parte de las obras para la construcción de la estación de autobuses. Se invertirán 3,5 millones de euros y estará lista el año que viene.

No solo se trabaja en Ourense. La construcción de la intermodal de Santiago arrancó ya el pasado mes de julio, después de que Infraestruturas adjudicase las obras de la nueva estación de autobuses por 9,6 millones de euros. Esta previsto que la construcción quede lista a finales del 2019. El mes pasado también se autorizó la obra de la pasarela que conectará esa infraestructura y la ferroviaria. Costará 5,4 millones, que se repartirán entre el ADIF (2,1 millones) y la Xunta y el Ayuntamiento (1,7 millones cada uno).

También en Vigo se está avanzando. El mismo 4 de octubre, la Xunta licitó la construcción de la estación de buses de la intermodal por 12,3 millones. Además tiene previsto invertir otros 1,7 para mejorar los accesos, en colaboración con las otras Administraciones implicadas, Fomento y Ayuntamiento. Esta previsto que los trabajos se inicien este año.

Algo por detrás va la intermodal de Pontevedra, en la que se invertirán más de 4 millones de euros, aportados en un 75 % por la Administración autonómica. El pasado mes de junio se presentó el diseño definitivo, acordado entre el Ayuntamiento y la Xunta.

En esas cuatro urbes se alcanzaron acuerdos para hacer las obras que implican a la Xunta del PP, el Gobierno central y los distintos gobiernos locales, entre los que hay variedad. En Ourense lleva el timón el PP. En Vigo gobiernan los socialistas de Abel Caballero, feroz crítico de la Xunta. Pontevedra tiene un alcalde del BNG, Miguel Anxo Fernández Lores. En Santiago, donde antes se inició la obra y antes acabará, gobierna Martiño Noriega al frente de Compostela Aberta, una de las mareas gallegas.

Los primeros retrasos

El proyecto, más tarde. Lo sucedido en Santiago, Vigo, Ourense y Pontevedra no ha ocurrido en A Coruña, donde no hay fecha para iniciar las obras y los trámites continúan muy retrasados.

 Los problemas comenzaron ya en octubre del 2015, cuando se celebró la primera reunión para intentar definir el proyecto.

El gobierno local no aclaró hasta el 18 de marzo del 2016, después de que la Xunta advirtiese del retraso, hasta qué punto estaba dispuesto a implicarse en la financiación, y su decisión sobre la posible construcción de un párking bajo la estación. Antes de que terminase el 2015, la Xunta ya había podido licitar los proyectos de Santiago, Ourense y Vigo. Pero los retrasos impidieron hacer lo mismo en A Coruña hasta agosto del 2016, cuando salió a concurso por 417.600 euros.

Cambios sobre la marcha

El plan, rectificado. Los trámites parecieron avanzar con la conformidad de todos, mientras se sucedían las reuniones. El 5 de febrero del 2017, el Ayuntamiento anunció una «reordenación urbanística para dar accesos a la futura estación intermodal». No ha sido presentada todavía.

 Unos días más tarde, el 14 de febrero, el gobierno local celebró en otro comunicado «un principio de acuerdo con la Xunta y el ADIF para impulsar la intermodal». El alcalde, Xulio Ferreiro, describió el pacto como «unha boa noticia» y destacó que «define as actuacións que acometerán cada unha das Administracións».

En verano del 2017 el Ayuntamiento exigió cambiar el proyecto, lo que invalidó el plan que la Xunta había licitado por 417.000 euros. Casi al mismo tiempo adelantó Pontevedra, que el 2 de agosto había alcanzado un pacto con el Gobierno gallego sobre la financiación y diseño de su estación. En el caso de A Coruña, la Xunta licitará el nuevo proyecto en el 2019, tras dedicar este año a rescindir el anterior contrato y reelaborar los pliegos según las condiciones del gobierno local.

Falta el acuerdo marco

El convenio, sin firmar. Aquel 2 de agosto del 2017 se firmó el convenio marco para construir la intermodal de Pontevedra. Mucho antes se rubricaron los de Santiago y Ourense. El de la capital gallega salió adelante el 15 de junio del 2016, y el de la ciudad de las Burgas seis días más tarde.

 En A Coruña sigue a la espera. Como hizo en las otras ciudades, la Xunta había enviado al Ayuntamiento un borrador de convenio en febrero del 2016. El Ayuntamiento no contestó, aunque la conselleira de Infraestruturas Ethel Vázquez escribió al alcalde en abril, junio y julio de ese año recordando la situación.

El convenio siguió parado hasta que en octubre del 2017 el Ayuntamiento dijo que lo redactaría. Tardó más de un año en tener listo un borrador de 15 páginas que el edil de Rexeneración Urbana envió este miércoles a las 13.30 horas a la Xunta y al ADIF.

El gobierno gallego le entregó unas conclusiones preliminares el mismo miércoles. Le recuerdan que aún esperan a conocer los cambios urbanísticos que el Ayuntamiento anunció en octubre del 2017, que sería «dubidosamente legal» que la Administración «prexulgara» el resultado de esos trámites -poniéndoles un plazo de seis meses- cuando requieren distintos informes, y que la estación de A Coruña se financiará con fondos propios. Se ha descartado emplear ayudas de la UE para el período 2014-2020, como sí se hace en otras urbes, por riesgo de que después de tantos atrasos se incumpla el plazo.

Un futuro difuso

Siguiente etapa, el lunes. La semana que viene arrancará con una reunión a tres bandas entre el ADIF, el Ayuntamiento y la Xunta. En el encuentro se debatirá el borrador del convenio, y el ADIF mostrará su proyecto para reformar la estación de trenes, adelantado ayer por La Voz. Pero el inicio de las obras y su fin continúa sin fecha, y numerosos trámites siguen pendientes, desde la ordenación urbanística hasta el rediseño de los accesos, aún desconocido, que el Ayuntamiento aseguró en verano tener «moi avanzado». Sea como sea, A Coruña se ha quedado en segunda fila en materia de infraestructuras para el transporte público.