El caso de los cruceiros que se disuelven

Eduardo Eiroa Millares
E. EIroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La colegiata. Parte de la figuración del cruceiro, de los más importantes de Galicia, resulta ya irreconocible en una obra del siglo XV que debe ser protegida en un museo.
La colegiata. Parte de la figuración del cruceiro, de los más importantes de Galicia, resulta ya irreconocible en una obra del siglo XV que debe ser protegida en un museo. MARCOS MIGUEZ

La contaminación y la intemperie dejaron las cruces de San Andrés y la colegiata en un estado alarmante

25 oct 2018 . Actualizado a las 11:58 h.

En A Coruña existen una veintena de monumentos declarados bienes de interés cultural (BIC), una figura jurídica que dota de la máxima protección a los elementos que caen bajo su paraguas. Un BIC, legalmente, está a salvo de modificaciones y construcciones que lo puedan poner en peligro, pero no lo está del paso del tiempo, la contaminación y la falta de cuidados.

Sobre el estado del patrimonio en A Coruña alertó esta semana el Instituto José Cornide mediante un trabajo presentado ayer, elaborado por el Observatorio del Patrimonio de A Coruña. El trabajo, explica José Ramón Soraluce, uno de los encargados del proyecto, busca tanto dar a conocer el inventario local como alertar sobre la necesidad de actuar para mantenerlo. «Hay una responsabilidad colectiva de la ciudad sobre sus propios bienes culturales», dice Soraluce.

Puestos a destacar los que están en peor estado de conservación, el arquitecto cita los casos de los cruceiros de San Andrés y de la colegiata. Son casi la mitad de los cinco catalogados en la ciudad -con los de las Bárbaras, San Jorge y San Nicolás- y adolecen del mismo mal que otros muchos monumentos antiguos ejecutados en granito: la meteorización de la piedra, es decir, su degradación por el impacto de la meteorología y la contaminación. En el caso de los dos cruceiros citados la situación es, dice el informe, «deplorable» y lo único que se puede hacer para atajar los daños es llevarlos a un museo y poner una copia en su lugar.

El que se encuentra más dañado es el de la colegiata, uno de los más antiguos y valiosos de Galicia y cuyas figuras se han ido diluyendo en los últimos decenios, sobre todo por efecto de la contaminación producida por el tráfico, recientemente eliminado de la Ciudad Vieja. En una de sus caras se ve una Virgen con el Niño, y en la otra una escena del descendimiento, con Cristo flanqueado por San Juan y la Virgen, según recoge e su compendio de cruceiros gallegos Luis Martín Ruiz. El problema es que cada vez resulta más difícil reconocer esas figuras, lamidas por los años de deterioro sin medios paliativos desde su creación, en el siglo XV.

San Andrés. Las figuras han perdido volumen y definición, pero todaviá es posible reconocerlas. El trafico cercano contribuye a acelerar el deterioro del monumento.
San Andrés. Las figuras han perdido volumen y definición, pero todaviá es posible reconocerlas. El trafico cercano contribuye a acelerar el deterioro del monumento. Verónica Vázquez Vázquez

Algo posterior, del XVI, es el cruceiro situado en San Andrés junto a la Castrense. En ese lugar estaba antes el Hospital de San Andrés, sustituido en el XIX por el actual templo, en cuyas inmediaciones se reubicó el cruceiro.

Desde lo alto un Cristo crucificado en un lago y una Piedad en el otro contemplan el intenso tráfico de la calle, el mismo que lleva lamiendo su piel de piedra desde que los coches tomaron A Coruña allá por los años sesenta.

En la presentación del estudio del José Cornide estuvo también ayer el edil José Manuel Sande. En su opinión, el texto ha de servir como «libro branco» del cuidado del patrimonio, un campo, dijo, en el que el gobierno local ha realizado importantes actuaciones como las de la puerta de San Miguel y el castro de Elviña, entre otras, y planea más como la recuperación de San Carlos. En cuanto a los cruceiros, Sande explicó que ya se han realizado consultas para saber cómo se puede mejorar su estado.