Votando con los pies

José Pablo Abeal Vázquez

A CORUÑA CIUDAD

18 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La renta disponible es un concepto a medio camino entre la ciencia, el esoterismo y la religión. Su contenido es tan dúctil y sirve en tantos contextos diferentes que casi cualquiera puede usarlo sin miedo a que lo juzguen o critiquen. Su capacidad para establecer relaciones causales es tan potente y variopinta que nadie rehúye de su uso en cualquier enfrentamiento dialéctico. Además, es tan agradecida que combina con cualquier complemento, por chillón que sea el color.

Dicen que una fotografía vale más que mil palabras. Así lo corrobora la visión de los mapas municipales de renta disponible media publicados para España recientemente. Incluso no haría falta que nos mostrasen los números. Solo mirar la distribución de sus colores es más que suficiente para constatar una realidad evidente. Tanto en España como en Galicia, la riqueza, o su ausencia, se polariza y enquista en el tiempo como una moda perenne.

Los polos de frío y calor se atrincheran. Se trata únicamente de una evidencia. Con el tiempo se podrán juzgar sus consecuencias. La rivalidad entre madrileños y catalanes también es recurrente en este tema. Los municipios del régimen foral se mantienen discretamente al margen. Mientras tanto en Galicia, las tres grandes ciudades, y sus zonas de influencia, se asemejan a tres ínsulas que intentan estrechar sus lazos ante un paisaje interior que mira hacia otro lado.

En definitiva, la contemplación de esta variable económica parece reafirmarnos en que casi todo sigue una tendencia más o menos estable. Realizamos un acto de fe al creer que el propio sistema irá modelando su evolución para que todo encaje, sin grandes estridencias, y la desigualdad se mantenga dentro de un marco aceptable. Sin embargo, el concepto de desigualdad es poliédrico y las grietas que le hace al sistema se pueden confundir fácilmente con el componente cíclico propio de la economía de mercado.

La democracia ofrece a los ciudadanos la posibilidad de decidir si están de acuerdo con el sistema votando en las urnas, pero no olvidemos que también pueden escoger votando con los pies.