Raquel Martínez: «No tienen dificultades solo por ser inmigrantes, sino por ser pobres»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

La decana de Sociología de la UDC advierte del riesgo de que un barrio se convierta en un gueto «si la población autóctona huye»

24 oct 2018 . Actualizado a las 19:58 h.

El barrio se construyó con las remesas de los gallegos en el exterior. Lo dice Raquel Martínez Buján, decana de la facultad de Sociología en la UDC y miembro del equipo Esomi, uno de los proyectos más importantes de España sobre migraciones, y vecina del Agra, de la calle Francisco Añón. «Aunque nací justo al lado, en la Sagrada Familia», puntualiza. 

Ambos distritos «nacieron al unísono», comenta. Son el epicentro de la emigración y de la inmigración. Dos fenómenos ligados a su génesis, el primero, y a su evolución y presente el segundo. «Cuando se dice que A Coruña es una ciudad cosmopolita gracias a los trabajadores de Inditex no es del todo correcto. Lleva años siéndolo, este barrio es el mayor ejemplo», defiende Martínez Buján. Solo hay que escuchar y echar un vistazo a la plaza de As Conchiñas, donde nos cita. «El asentamiento de los extranjeros es desigual en A Coruña», expone.

El perfil «no es mismo en el Agra que en el centro», indica la socióloga. «Tanto en la Sagrada Familia -donde se concentraron buena parte de las viviendas sociales de la ciudad- como aquí, el suelo es económico para la población con menos recursos. No hubo una planificación urbana que invirtiera en estos puntos. Los edificios se construyeron, en su mayoría, entre los años 50 y 70. Eran una inversión para los gallegos en el exterior o una opción para los que venían del rural. Son pisos pequeños, angostos y sin ascensores. El vecindario envejece y los que pueden permitirse pisos más céntricos y cómodos se van», explica.

El riesgo, apunta la docente de la UDC, es que «si la población autóctona huye, la inmigrante puede guetizarse. Se ve en las aulas, hay colegios donde más del 50 % de los alumnos son extranjeros», revela. «La integración es precaria. No solo tienen dificultades por ser inmigrantes, sino por ser pobres», reconoce. «Además, en estos barrios se concentraron buena parte de los problemas de vulnerabilidad social, drogodependencia y desempleo en los 80 y 90», añade.

¿Son la solución al envejecimiento gallego, como se defiende en muchas ocasiones? «Es cierto que hay una inyección de población joven al principio, pero dura poco. Las mujeres se adaptan a la tasa de fecundidad de su entorno. En términos demográficos, no llega a compensar el envejecimiento», concluye.