Faro de Monte Alto no cree la versión del gobierno local sobre el barrido de la alfombra del Rosario en A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

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El presidente de la entidad insiste en que fue un «sabotaje» tras reunirse con el ejecutivo local y la empresa de limpieza

10 oct 2018 . Actualizado a las 12:10 h.

Las explicaciones del gobierno local sobre la eliminación, antes de tiempo, de la alfombra floral en honor a la Virgen del Rosario no convencen a la entidad que confecciona esa ofrenda, la asociación Faro de Monte Alto, cuyo presidente, Antonio Gómez Bellón, insistió ayer en que «no se cree» esa versión después de reunirse con la concejala de Medio Ambiente, María García, y los responsables de la firma encargada de la limpieza viaria, Cespa

El origen del conflicto

La retirada de la alfombra. La retirada de la alfombra se produjo pasadas las cinco de la madrugada del domingo, solo tres horas después de que los voluntarios acabasen de confeccionarla y pese a que estaba protegida por un perímetro vallado.

Su eliminación ocurrió horas antes de que se celebrase la procesión de la patrona, lo que ocasionó una fuerte indignación tanto en el seno de la asociación, como entre numerosos vecinos. 

La protesta

Un pleno tenso. El malestar vecinal se plasmó en una concentración de protesta convocada a través de las redes sociales. Tuvo lugar el lunes a las 16.45, justo antes de que arrancase el pleno ordinario, frente al Ayuntamiento.

La concentración, que no fue convocada por Faro de Monte Alto, fue pacífica, pero parte de los asistentes entraron como público en el pleno, y el alcalde les pidió que abandonaran la sesión después de que la interrumpiesen en varias ocasiones e increpasen a algunos ediles de la Marea.

Uno de ellos fue el titular de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, que justo antes había pronunciado una intervención en la que calificó en cuatro ocasiones de «carroñeiros» a los concejales del PP. Incluso los socialistas consideraron poco después que había «perdido los papeles».

La Marea, por su parte, emitió ayer un comunicado en el que acusa a populares y socialistas de fomentar el «odio e a crispación» con finalidad electoralista. 

La reacción del gobierno

Disculpas por un «erro». Además de condenar esa «campaña de incitación ao odio», el gobierno local ha insistido en pedir disculpas por el «lamentable erro» de la retirada de la alfombra. Según la concejala de Medio Ambiente, María García, y el alcalde, Xulio Ferreiro, ese fallo se produjo en la «cadena de ordes» de la compañía adjudicataria.

Los dos responsables municipales destacaron además que el gobierno local colabora económicamente en la confección de la alfombra. El propio alcalde señaló ayer que «o Concello foi copromotor [de la alfombra], e a calquera con sentido común non lle pasa pola cabeza que vaia a boicotear o que está promovendo».

Ferreiro también adelantó que por la tarde se celebraría una reunión a la que asistirían los responsables de Cespa, la concejala García, y el presidente de Faro de Monte Alto, Antonio Gómez. Añadió que en ese encuentro la empresa «a requerimento do Concello» se ofrecería a indemnizar a la asociación. 

La firma y sus operarios

Corrobora al gobierno. Cespa, una firma del grupo Ferrovial, es la adjudicataria del servicio de limpieza viaria. El domingo, la empresa emitió un comunicado en el que corroboraba la versión del gobierno local, señalando que la eliminación de la ofrenda floral fue fruto de un «malentendido interno» y que «en ningún momento recibió indicaciones por parte del Ayuntamiento para retirar la alfombra».

Pero la versión de la compañía no gozaba de credibilidad entre los asistentes a la concentración del lunes. Varios de ellos recordaron que desde hace meses trabaja sin contrato, y está pendiente de que el Ayuntamiento licite los pliegos de la concesión, que superará los diez millones al año.

El comité de empresa emitió un comunicado el lunes en el que subrayaba que los trabajadores habían recibido órdenes «claras e inequívocas» de sus superiores de eliminar la alfombra. Desde el punto de vista del comité, el error se produjo a nivel interno y también a nivel de coordinación entre los mandos de la compañía y el departamento municipal de Medio Ambiente. Exculpan a los operarios, que al darse cuenta de que la procesión aún debía celebrarse y de que la alfombra estaba recién instalada incluso pidieron confirmación por escrito de la orden de eliminarla. 

La asociación

No da credibilidad. La reunión anunciada por Ferreiro no solventó el conflicto. Aunque Cespa se ofreció a pagar los daños, el presidente de Faro de Monte Alto continúa convencido de que lo ocurrido con la alfombra fue un «sabotaje». ¿Por qué? «Porque no entiendo que un trabajo terminado a las tres de la mañana, protegido por 15 o 16 vallas, se levante a las 5.30, cuando llega un camión, se lleva las vallas, después pasa la barredora y luego el agua para terminar. Era el rincón más limpio de A Coruña», ironizó antes de subrayar que «por eso digo y mantengo que no me creo nada, y muy poca gente se lo cree en la ciudad».

El presidente recuerda que el gobierno local les impide colocar la alfombra en María Pita desde el 2015, «cuando nunca antes hubo ningún problema», o que este año no hicieron caso a su petición de contar con más luz para confeccionar la alfombra de madrugada. Tuvieron que comprar ellos mismos un foco y linternas.

Por esos motivos, y porque no le presentaron ningún documento que acredite la versión del ejecutivo local, el presidente les reclamó que lo hagan por escrito. La concejala María García se comprometió a enviarle la documentación en próximos días.

Gómez Bellón también agradeció los apoyos recibidos desde A Coruña, otras ciudades y entidades como los alfombristas de Ponteareas. Desvinculó a la entidad que preside de cualquier tipo de disputa política.