María Pita no ve urgente regular los patinetes eléctricos en la ciudad

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

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EDUARDO PEREZ

Grandío: «Hai marxe porque estes aparellos aínda non están tan estendidos aquí». Participa en nuestra encuesta: ¿Por dónde crees que deben circular los patinetes eléctricos?

02 oct 2018 . Actualizado a las 10:28 h.

El gobierno local de A Coruña asegura que ya está analizando la nueva realidad viaria que supone la irrupción de los patinetes eléctricos. El concejal de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz Grandío, considera que «o feito de que o uso destes aparellos non estea aínda tan estendido aquí nos dá unha marxe para poder analizar e contrastar con outros municipios cos que, ademais, levamos tempo traballando en rede». El edil cita en concreto los casos de Barcelona y Valencia, dos de los municipios pioneros en afrontar lo que ya consideran una plaga en algunos barrios. Pero buena parte de las principales ciudades de España ya están a punto de publicar la modificación de la ordenanza.

La Dirección General de Tráfico realizó a finales del 2016 un análisis en el que apenas dejaba claros dos aspectos en relación a los patinetes eléctricos y artilugios similares: por un lado, encasilla estos vehículos en una perfecta ambigüedad, al asegurar que «no se pueden asimilar a la figura del peatón» y, al mismo tiempo, «no se pueden catalogar como vehículos de motor». Y, por otro lado, señala a los ayuntamientos como últimos responsables de su regulación. Y añaden que, «hasta que no se regule definitivamente, no cabe exigir al usuario la titularidad de permiso o licencia de conducción».

Si bien la DGT permite la opción «voluntaria» de los usuarios de contratar un seguro, el Ayuntamiento de A Coruña tendría potestad para exigir seguro de responsabilidad civil a los patinetes que circulen por la vía urbana. 

Asimilados a bicicletas

También la Administración local debe encargarse de permitir expresamente la utilización de estos vehículos de movilidad personal (VMP) por la calzada. «La autoridad municipal podrá autorizar su circulación por las aceras, zonas peatonales, parques o habilitar carriles especiales para garantizar la seguridad de los usuarios de la vía», establece la Dirección General de Tráfico. Y añade: «Cuando queden asimilados a ciclos y bicicletas les será aplicable para estos la legislación de tráfico».

Y esta es la base en la que se han apoyado las ordenanzas de Barcelona u otras que están a punto de salir, algunas solo pendientes de la aprobación plenaria. Las normas municipales conminan a los usuarios de patinetes a emular a las bicicletas y, por tanto, a discurrir por el carril bici. Así, en Barcelona pueden circular -dependiendo de la potencia del patinete eléctrico-, por el medio de la calzada. Pero podría ser multado si de forma paralela a esa calzada discurre un carril bici. En ese caso, este último es el único camino permitido.

El Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un marco mucho más estricto para estas máquinas, prohibiendo las aceras, la calzada o los carriles bus. Solo permite su rodaje por carriles bici, ciclocalles o cruces señalizados «y con velocidad moderada».

Conflictos

En la ciudad de Granada ya han erradicado de cuajo el uso del patinete en el entorno de la Alhambra, y en Valencia la policía llegó a requisar unos 50 patinetes eléctricos a una empresa que los alquilaba sin la pertinente licencia municipal. 

«La única vez que me paró la Guardia Civil fue para preguntarme por el precio»

«He llegado hasta Pocomaco desde la Ciudad Vieja y es una gozada», explica Jesús, uno de los muchos usuarios de esta nueva fórmula de movilidad urbana. «Dos veces me paró la Guardia Civil y las dos para lo mismo, para preguntarme el precio del patinete», señala entre risas. Y, si bien el catálogo es muy amplio, el precio medio está entre los 300 y 400 euros. La facilidad de portabilidad le ha permitido incluso llevarlo en tren hasta Vigo y realizar diferentes gestiones por la ciudad olívica. Exprime tantas ventajas a su patinete eléctrico que no ha tardado en levantar un efecto contagio en su entorno. «Diez de mis amigos ya lo tienen, esto no va a parar de crecer..., al tiempo», explica Jesús.

«En las pendientes muy pronunciadas conviene no forzarlo, cuando lo compré ya me avisaron de que no me confiara, pero en el resto de superficies es una gozada», explica Jorge, quien opta por subir el patinete de forma manual cuando regresa a su domicilio en Montealto. «Alguna vez me quedé sin carga, pero es lo bueno, sigues tirando de él como un patinete normal».

Opción para cruceristas

Por su parte, desde la firma Tour Coruña, ubicada en la avenida Barrié de la Maza, están intentando cerrar un acuerdo con una empresa turística para disponer de varios de sus patinetes eléctricos junto al muelle en el que atracan los cruceros. «Ningún crucerista quiere ir caminando hasta la torre de Hércules, esta sería una buen fórmula», señala Jacobo García, propietario del establecimiento de alquiler de patinetes.