La arquitecta Cristina García Fontán defiende que el diseño del paisaje puede ser útil para los procesos de regeneración urbana y la consecución de un hábitat sostenible
23 sep 2018 . Actualizado a las 22:28 h.Que una ciudad esté limpia es una cuestión de gestión de recogida de basuras y mantenimiento, pero también de su planificación y diseño, apunta la docente Cristina García Fontán.
-¿Afecta al paisaje una ciudad sucia?
-Sí, de forma sensorial. Además, no solo existe la contaminación ambiental, esta puede ser acústica o visual.
-¿Un ejemplo?
-El caso de Ence, en Pontevedra, o la refinería, en A Coruña, nos recuerdan lo importante que es colocar una industria respecto a la ciudad, teniendo en cuenta los vientos para la limpieza del aire. Que no sean el conducto de la contaminación. Más allá de los olores, la calidad del aire es clave para la calidad de vida.
-¿Preocupan a los ciudadanos estos otros tipos de contaminación?
-Hay muchos aspectos culturales que han causado un desinterés por lo común. Es importante buscar una armonía general. En Galicia se ha publicado la Guía de color y materiales, un primer paso. De utilizarse correctamente, mejorarían bastante algunos entornos urbanos y rurales.
-¿Qué tiene que aprender A Coruña de urbes multipremiadas como Vitoria?
-Es un proceso de años, lento, donde la población también va cambiando de opinión y de hábitos. Nunca es casual. Es una cuestión de educación. En el caso de Vitoria se viene dando desde hace casi 20 años, cuando planificaron el anillo verde con las políticas de gestión del agua, residuos o mejora de la calidad del aire. A los pioneros les lleva más tiempo. Imitar es mas sencillo. Pero, también es muy importante la dimensión territorial. Vitoria y A Coruña tienen poblaciones similares, sobre los 250.000 habitantes, pero la primera tiene una superficie de 276 kilómetros cuadrados mientras que A Coruña tiene 37. Urge la concreción del área metropolitana para una gestión más sostenible del territorio. A Coruña, como municipio, puede hacer muchas cosas, pero también está muy limitado por su superficie y su condición geográfica.