«La huelga duplicó un colapso previsible, no es el problema de origen»

Mila Méndez Otero
m. méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

JOSE PARDO

24 abr 2019 . Actualizado a las 21:59 h.

Está especializado en Derecho penal y civil. En su bufete de Ferrol, Julio Barros Casal también tiene clientes pendientes de sus demandas por las cláusulas suelo.

-¿Hay enfado entre los abogados por los casi cuatro meses de parálisis que supuso la huelga?

-La huelga duplicó un colapso que era previsible, pero no es el problema de origen. La acumulación de demandas por las cláusulas abusivas comenzó a gestarse en el 2017, después de la imposición de los tribunales uniprovinciales para abordar estos casos. Hay una doble causa de acumulación. Que sea un juzgado uniprovincial es un problema en sí. Antes de la huelga ya se había detectado un aluvión de demandas a las que iba a ser muy difícil dar una salida rápida.

-¿El atasco fue entonces una crónica anunciada?

-Desde la abogacía lo advertimos cuando el Ministerio, en aquel momento dirigido por Rafael Catalá, decidió que las cláusulas suelo no se tramitaran en los juzgados de primera instancia de cada partido judicial. Se pusieron en marcha órganos uniprovinciales que no se dotaron de medios humanos ni materiales suficientes. De hecho, ya han contratado refuerzos. Si mil asuntos en trámite pueden ser un ratio considerable, con más de dos mil se está duplicando lo razonable.

-¿Por qué se adoptó esta medida desde el Ministerio?

-El motivo esgrimido fue unificar criterios. Puede tener sentido, con cientos de salas juzgando podían salir sentencias dispares. Pero, entonces habría que hacerlo en otras causas: juzgados uniprovinciales de todas las materias. La disparidad es consustancial con la administración de Justicia.

-¿Hay más casos de juzgados uniprovinciales?

-Están los tribunales y, después, hay pocos más. Algunos de mercantil, pero tienen una carga de trabajo inferior y cuentan con varias salas, algo que no ocurre en el uniprovincial de A Coruña para las cláusulas suelo.

-¿Se ve la luz al final del túnel con el avance de septiembre y el plan de choque prometido por la Xunta?

-Hay muchísimo trabajo por delante para desatascar esta situación. Lo bueno es que ya se apuntaron para los refuerzos muchos funcionarios. Además, el aluvión de las demandas por las cláusulas abusivas ya tuvo su pico. Las entidades financieras, afortunadamente, han tomado nota.

-¿Qué sentido tendrán después estos juzgados uniprovinciales?

-Al menos en esta materia, de aquí a unos años los procedimientos por estos productos bancarios van a ir descendiendo. La propia existencia de estos juzgados dejará de tener sentido a no ser que se adapten a nuevas demandas. De hecho, son una anomalía, legalmente hablando. Hubo que hacer una modificación específica de la normativa sobre competencia jurisdiccional para crear estos órganos.