Un fuego de origen incierto arrasa un histórico bar de Cordelería

M. CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

El Taller tenía un mural de Cabanas, entre otras obras de valor

15 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Taller, un bar de copas fundado hace 24 años en el 41 de la calle Cordelería por tres camareros del histórico Patacón de la calle del Orzán, ardió ayer a mediodía por causas desconocidas, si bien los equipos de extinción apuntaron la posibilidad de que un cortocircuito fuese el origen del foco. Solo dos horas antes de producirse la primera chispa, uno de los propietarios del bar, Carolo González-Moro, había estado limpiando el local, que había abierto la noche anterior con normalidad, sin apreciar «olor a quemado ni ninguna otra señal que hiciera sospechar nada», comentó aún sin conocer el alcance del siniestro mientras los bomberos trabajaban en la extinción de las llamas. El estado del mural realizado en 1998 por Xaime Cabanas en dos paredes del bar era su principal preocupación. «Y las fotos, Evaristo, los carteles, Tricicle, Els Joglars, el chinero antiguo...», repasaba a la espera de poder entrar en el local.

Sobre las 15.30 horas un vecino avisó de que estaba saliendo humo del bajo del edificio, un inmueble con estructura de hormigón de cuatro plantas, todas ellas habitadas, que no fue necesario desalojar.

Diez bomberos

Los bomberos, que movilizaron tres vehículos -dos bombas de agua y un camión autoescala-, se encontraron con un local sin ventilación y saturado de humo que obligó a realizar trabajos de ventilación forzada para acceder al interior. Una vez dentro y tras inundar la sala, tuvieron que picar el falso techo, por el que se habían propagado las llamas, para dar por controlado el siniestro, un incendio «considerable» y «laborioso», explicó el sargento Francisco Gómez, que se habría originado en la parte baja, en la parte de la barra y habría ascendido por los conductos del aire acondicionado hasta el falso techo. El jefe de servicio de los bomberos mostró su «agradecimiento expreso» al gobierno local por «la dedicación, los medios y la puesta a punto de los hidrantes», una red «vital para nuestro trabajo que está en condiciones óptimas; de hecho, allí adonde vamos a apagar un fuego al lado tenemos uno en perfecto estado», explicó el sargento.

En torno a las seis de la tarde, el último vehículo de bomberos y el equipo de la Policía Local que vigiló y acordonó la zona abandonaron el lugar. Carolo González-Moro pudo entrar en El Taller. Familiares y amigos que lo acompañaban se mostraron confiados en poder recuperar el mural de Cabezas y alguna pieza más.

A la perra Cani la salvó su instinto

En el incendio de hace cinco días en el edificio okupado de la calle Socorro, los bomberos auxiliaron a una perra de raza yorkshire, Cani, olvidada momentáneamente por su dueño, un hombre de edad avanzada que vivía en el tercer piso y una vez a salvo se dio cuenta de que la perra había quedado dentro y alertó a los bomberos para que hicieran lo posible para rescatarla. «Un compañero preguntó qué raza era -cuenta el jefe de servicio de los bomberos, Francisco Gómez-, subió al piso, dio una vuelta y en nada la encontró. Estaba debajo de una almohada. Lo que es el instinto. La almohada hizo de filtro del humo y los gases tóxicos. Por eso estaba tan bien», explica. En un vídeo del rescate se ve a la perrita, inquieta pero en buen estado, mientras varios bomberos la hidratan y le ponen oxígeno con una pequeña mascarilla.