Negociar con seriedad

José M. García TRIBUNA ABIERTA

A CORUÑA CIUDAD

14 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A Coruña, con la urbanización de los terrenos liberados del puerto, se enfrenta al mayor desafío urbanístico de su historia. Por sus enormes implicaciones, presentes y futuras, el proyecto requiere de un tratamiento integral en clave ciudad, contando con el Estado, con una estrategia bien definida para lograrlo. La estrategia pasaba por superar tres obstáculos no menores: finiquitar el protocolo de Feijoo, aún vigente, sortear una interpretación interesada del convenio del 2004 de la Autoridad Portuaria que bloquea toda posible revisión, auspiciada, hasta ayer, por los gobiernos populares, y que los vencimientos de la deuda de la Autoridad Portuaria por la construcción del puerto exterior no ejecuten ningún derecho de pernada sobre los terrenos liberados del puerto interior. A la hora de fijar prioridades sobre los pasos a dar, los socialistas coruñeses conciliamos con el gobierno municipal centrar todos los esfuerzos políticos en conseguir anular el protocolo vigente sobre la venta de los terrenos de Batería, Calvo Sotelo, el Finisterre y La Solana; la revisión de los convenios del 2004 con el Estado y constituir un consorcio público, que le devolviera a la ciudad la capacidad de liderar su futuro. La deuda, que es de la Autoridad Portuaria, no de la ciudad, debería de solucionarse desde la órbita portuaria estatal, sin los terrenos urbanos de prenda. El futuro consorcio lo facilitaría. Ese fue nuestro eje de trabajo estos años y, después de desplantes antológicos al alcalde por un PP desaparecido ocho años, se abría un nuevo escenario con el nuevo Gobierno en Madrid. Por fin podríamos avanzar en la dirección correcta, pese a la Xunta y, sobre todo, pese a la actual Autoridad Portuaria. Pero se cruzó el Consorcio de Valencia y una solución del Gobierno de España a la deuda por la transformación urbana de su antiguo puerto. Y claro, nos podíamos subir a la reivindicación en clave local y elevar el listón de la exigencia, pero ¿qué hay de los objetivos principales? ¿Los dilapidamos por exigir cada día algo más? Nos dirán: decídanse. ¿Le condonamos al Puerto su deuda o revisamos el convenio del 2004 y creamos un consorcio? ¿Qué eligen? Cuando quieran urbanizar 600.000 metros cuadrados industriales ¿qué harán, pedir otra condonación? En clave electoral vende mucho más decir ¡Queremos todo! Desde Galicia parece que se ve diferente, pero a los socialistas de A Coruña nos preocupa que nuestra ciudad avance y sabemos que los grandes logros siempre vienen por negociar con seriedad donde toca. Así les luce el pelo a los de ahora.