La alianza debilita al PSOE y refuerza el protocolo de Feijoo

Xosé Vázquez Gago
X. Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

11 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el fin de debilitar a Carlos I, el muy cristiano rey de Francia, Francisco I, firmó en el siglo XVI una alianza con el sultán otomano, Solimán el Magnífico, que fue bautizada como la «alianza impía» porque el turco amenazaba a toda Europa. 

Sin tanta épica, la votación conjunta de la Marea y el PP comparte lo inesperado y el deseo mutuo de debilitar a un rival común, el PSOE, que encajó el golpe casi como una traición, ya que poco antes había apoyado al gobierno local para cambiar el presupuesto.

Los socialistas son los damnificados de un pulso en el que no previeron las dificultades que tendrían para alcanzar un acuerdo con la Marea. Con un BNG revitalizado y exigente en el Puerto, los de Ferreiro no podían renunciar a exigir la condonación de la deuda al Gobierno de Sánchez, una reclamación que no aparecía en la propuesta del PSOE.

Su estrategia para buscar apoyos fue presentar una propuesta muy abierta, que no incluía el tantas veces exigido rechazo del protocolo firmado por Feijoo y el Gobierno de Rajoy para garantizar la titularidad pública de La Solana, Batería y Calvo Sotelo con 20 millones de la Xunta y que Fomento financie el tren a Langosteira.

Esa flexibilidad ha evitado al gobierno local el bochorno, que durante horas fue posible, de que no se alcanzase un acuerdo. El resultado es que el PSOE sigue con la pelota encima de su tejado, con el pleno de A Coruña -uno de sus antiguos feudos- reclamando que no se trate peor a los coruñeses que a los valencianos.