El Estado pagó los puertos de Gijón, Bilbao y Valencia pero no el coruñés

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Carlos Fernandez Sousa

El BNG pide negar el apoyo a las cuentas de Sánchez hasta que condone la deuda

08 sep 2018 . Actualizado a las 23:10 h.

El puerto exterior de A Coruña es el único de interés del Estado cuya financiación depende de la venta de suelo en los muelles interiores. El Estado aportó en los últimos años 2.000 millones de euros para hacer el nuevo puerto de Bilbao, 1.300 millones para el de Barcelona, 700 millones para Gijón y 1.000 millones para Valencia, según recordaron ayer los nacionalistas Ana Pontón y Francisco Jorquera. En el caso valenciano, además, se les condonará una deuda de 350 millones contraída para hacer obras.

A Coruña tuvo un sistema de financiación distinto, con unos 350 millones fondos públicos a los que hay sumar otros 310 millones pagados mediante un crédito concedido a la Autoridad Portuaria. Así se acordó hacerlo en el año 2004, a diferencia de lo que ocurrió en otros puertos estatales. La condonación ahora de la deuda valenciana, y no de la coruñesa, abre la puerta a lo que la mayoría de formaciones políticas consideran un trato discriminatorio con la ciudad. Solo el PSOE defiende que son casos distintos y evita ahora hablar de condonación. La Marea, que defendía esa vía, redujo la presión tras los contactos entre el alcalde, Xulio Ferreiro, y el delegado del Gobierno, Javier Losada, entrevistas cuyo contenido no ha trascendido.

El BNG lanzó ayer un órdago a los representantes de todos los partidos en el Parlamento de Madrid, llamando a condicionar el posible apoyo a los presupuestos que necesitan los socialistas a que estos aprueben la financiación íntegra de Langosteira siguiendo la línea de lo hecho en Valencia.

Al gobierno local los nacionalistas le piden «que deixe de improvisar e exerza o liderado que lle corresponde, para o que hai que ter unha posición clara e inequívoca reclamando ao Estado o financiamento íntegro do porto». Le piden a Ferreiro que abandone las «declaracións ambiguas» de los últimos días. Al PSOE que no dé «excusas de mal pagador» para justificar que Valencia y A Coruña son casos distintos y al PP que abandone la «politiquería e o curtopracismo» y ponga por delante los intereses de la ciudad y no los de su partido.

El PSOE, más allá de atacar a la Autoridad Portuaria, no ha aclarado su postura sobre qué quiere para A Coruña. Ha pedido que se cree un consorcio y se convoque la comisión de seguimiento prevista en los convenios del 2004, y que nunca se reunió, pero no ha especificado cómo solucionar el fondo del asunto: liberar al Puerto de la deuda de 310 millones de euros que tiene, una hipoteca de la que dependerá el futuro de los muelles urbanos cuando el grueso de la actividad se traslade a Langosteira. El nuevo Gobierno central, por otra parte, tampoco ha aclaro qué hará para financiar el tren al puerto exterior, un obra de 140 millones si la cual esas instalaciones no estarán plenamente operativas.

El alcalde abre la puerta a que el coste se asuma a través de un consorcio

El alcalde, Xulio Ferreiro, apuntó ayer que están tratando de consensuar con el PSOE la moción sobre el puerto que llevarán al pleno del lunes. La solución del problema de la deuda de la Autoridad Portuaria es, para Ferreiro, una cuestión «de vontade política». El regidor, que había esquivado esta semana emplear el término «condonación», no descartó ayer esa posibilidad, aunque considera que en el caso coruñés «hai outras fórmulas legais», y citó entre ellas «achegas orzamentarias ou a través da constitución dun consorcio e das achegas que se fagan desde ese consorcio». Esta última posibilidad podría interpretarse como una compra de los terrenos, ya que las administraciones implicadas tendrían que poner fondos. Estaría por ver cuánto aportaría cada una.