El cierre suponía la pérdida de unos 20.000 euros diarios al permanecer sin uso las 199 habitaciones
23 ago 2018 . Actualizado a las 10:51 h.El hotel Atlántico ha estado cerrado tres días en pleno mes de agosto no porque haya sufrido un incendio o un terremoto, sino por un trámite administrativo que se complicó. El fin de la concesión anterior y el relevo de la gestora del establecimiento no solo se tradujeron en el cierre del hotel, sino también en un encierro de los trabajadores, que hasta ayer mismo de madrugada no sabían si iban a conservar sus empleos. «Nunca había visto nada igual» decía con asombro la pareja de uno de los empleados. Ella, como otros familiares, se acercaron el martes por la tarde hasta el hotel para ver a sus allegados, que permanecían encerrados dentro.
El futuro de los empleados siguió en duda durante horas, pero en la madrugada de ayer se confirmó que el cambio de concesionaria era efectivo, y que la nueva gestora, Galena hoteles del grupo Hotusa, iba a cumplir el compromiso de mantener sus puesto.
Los nuevos responsables explicaban ayer que nunca se habían planteado un parón de la actividad. Pero no pudieron impedirlo, cuando el hotel cerró no eran responsables de nada de lo que ocurría en su interior, y sus predecesores incluso les echaron del inmueble que iban a gestionar.
En ese tiempo, durante la mañana del martes, antes del encierro de los trabajadores, NH se llevó sus propiedades del edificio, incluyendo las grandes letras con su logotipo que adornaban la fachada, pero también enseres de cocina y limpieza, cafeteras, comida y otros materiales.
Así, cuando los nuevos responsables se hicieron cargo del edificio solo tenían una idea aproximada del estado de su interior, o del funcionamiento de los servicios informáticos, claves para el funcionamiento de cualquier establecimiento hotelero. Los trabajadores estimaban que harían falta al menos tres o cuatro días para poner todo en marcha.
A mediodía, el concejal Alberto Lema defendió la gestión del gobierno local, que los socialistas volvieron a criticar. Pero más allá de la política, en el hotel ya se estaba larvando la remontada tras los días de cierre. Por la mañana, Hotusa confirmó que se movilizaría a personal de otros hoteles para poner en marcha el hotel Atlántico y que se abriría hoy. No es de extrañar, como señaló el portavoz del PSOE, José Manuel García, el cierre de sus 199 habitaciones supone la pérdida de unos 20.000 euros diarios.
Por la tarde, a las 16.30 horas, se trabajaba en todo el hotel. Ya se habían cambiado los logotipos de las puertas y la alfombra de entrada. También la placa corporativa del recibidor. En las plantas, las camareras se afanaban para rehacer las habitaciones. En las cocinas había zafarrancho. Era la zona de la que había salido más material -desde cubertería hasta alimentos- durante el complejo cambio de gestora, pero muchos de esos enseres ya estaban repuestos a esa hora.
Solo tres habitaciones libres
La previsión es que hoy lleguen los primeros clientes de la nueva etapa. No serán pocos. Las últimas reservas se habían realizado ayer mismo por la tarde, y a las 22.30 horas ya solo quedaban libres tres habitaciones dobles.
La demanda indica que el hotel, de arraigada tradición en la ciudad, mantiene toda su capacidad. También lo demostró el goteo de potenciales clientes que vivió durante estos días. Se acercaron hasta él buscando habitación desde grupos de turistas chinos y americanos, hasta españoles. Todo indica que el establecimiento superará la atípica crisis, ajena al negocio hotelero, que ha sufrido en plena temporada alta del 2018.
La nueva gestora | Un imperio hotelero liderado por un empresario gallego
El grupo Hotusa, con 1.150 millones de euros de facturación y 6.000 empleados directos, está presidido por Amancio López Seijas, originario de Chantada y antiguo becario de la Fundación Barrié. El año pasado, el grupo gestionaba unos 140 hoteles, 94 integrados en la cadena Eurostars y 47 en Exe Hotels, además de diversas sociedades dedicadas al sector de la hostelería.
Negocios afectados | Los taxistas ya notaban el parón en el establecimiento
El cierre del Hotel Atlántico, con sus doscientas habitaciones, durante los últimos días afectó a diversos negocios relacionados directa o indirectamente con la hostelería. Entre ellos los taxistas, que transportan del orden de 20 a 30 huéspedes del Atlántico al día. «Por poucos que agarres, é iso que perdes. Todo o que peche na cidade é xente que deixa de vir e aféctanos negativamente», decía un grupo de taxistas estacionados en el Obelisco.
La empresa Tele-Taxi tenía, hasta ahora, un acuerdo con el hotel por el que eran ellos los encargados de transportar a la gente hospedada que solicitara el servicio. Manuel Sánchez Quindimil, presidente de Tele-Taxi, considera que un porcentaje de esos clientes sí que los han perdido, aunque ve la situación con relativa tranquilidad. «Os traballadores que veñen para Inditex ou os turistas hospedaranse noutro hotel, que nesta cidade hai a punta pala. Porque peche o Hotel Atlántico A Coruña non vai deixar de recibir turistas», explica Quindimil, y espera que el acuerdo que tenían con NH se mantenga con Eurostars.
