El mayor hotel de A Coruña cierra en agosto

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Tras pasar el día en un limbo legal y encerrados en el edificio para que Parisiana no se llevase los muebles, los trabajadores llegaron a un compromiso de contratación que ya había avanzado Hotusa hace unos días. Participa en nuestra encuesta: ¿Apruebas la gestión del gobierno local en el relevo de la concesión del hotel Atlántico?

22 ago 2018 . Actualizado a las 11:31 h.

Las 199 habitaciones del hotel Atlántico, el más grande de A Coruña, amanecieron vacías. Los últimos clientes se habían ido el lunes por la mañana, y ayer a primera hora solo quedaban dentro del establecimiento los trabajadores, que hicieron guardia por temor a que se cumpliese la orden del Ayuntamiento de sacar todo el mobiliario del edificio.

Aunque no fue esa, hubo mudanza. Por la mañana, el personal contratado por NH, la anterior gestora, se llevó los rótulos con su marca, algunos electrodomésticos y otros bienes. El hotel estaba cerrado, los trabajadores corrían de un lado a otro con papeles o cafeteras que había que sacar. A esas horas, y durante todo el día, clientes de distinto pelaje (españoles, americanos, varios chinos) se acercaron al hotel en busca de hospedaje. No lo encontraron. 

A esas horas nadie era capaz de concretar qué iba a pasar ni con los trabajadores, ni con el mobiliario de su interior, ni con la apertura del hotel. 

Lo que sí funcionó con normalidad fue el Casino Atlántico, que solo estuvo un par de horas sin actividad para facilitar los trabajos de retirada de mobiliario. Los trabajadores aseguran que mantendrá su horario normal de funcionamiento.

Representantes de empresas

Al mediodía los directivos de NH aún seguían en el hotel. La entrega de llaves a Parisiana, concesionaria original del establecimiento, que se lo realquiló después a NH, no se había completado.

A esas horas salió el representante de Hotusa de las instalaciones, al parecer los responsables de NH le habían pedido que se marchase. Uno de los empleados, pese a temer que la nueva empresa recorte sueldos, lo describió como «amable y formal». Se instaló con su equipo en una mesa del Copacabana, y siguió trabajando a pesar de las descalificaciones de una supuesta activista, que también fue contra directivos de otras firmas, periodistas y, de manera general, contra todo lo que caminase y vistiese traje.

Muertos de incertidumbre, finiquitados por la anterior empresa y sin contrato con la nueva adjudicataria, en un limbo, los trabajadores decidieron encerrarse en el edificio para custodiar los muebles, lo que abocaría al hotel a cesar su actividad, al menos durante unos días.

Por la tarde, la Policía Local hizo acto de presencia. Llegaron media decena de agentes en coche patrulla y motocicleta. No tuvieron que intervenir. El representante de Parisiana llegó también por la tarde. Pese al temor de los operarios, no iba a llevarse el mobiliario, que es propiedad de la firma. El notario le entregó las llaves que habían dejado los directivos de NH. Él se limitó a hacer un inventario de los enseres. Una tarea en la que participaron dos auditores y en la que le acompañó parte de la plantilla.

El hotel y su famoso canon

En ese tiempo, explicó su versión de lo ocurrido en el hotel. Durante años, Parisiana ha sido muy criticada por pagar un canon de solo 2.500 euros al año al Ayuntamiento. El gobierno local ha repetido una y otra vez que el canon del Atlántico es «muy bajo», pero en lo que no ha insistido es en que el canon no era por el hotel, sino por la parcela en la que se levanta. El edificio fue construido por Parisiana, que afrontó la inversión. La operación se aprobó el 15 de julio de 1966, cuando el Ayuntamiento dio el plácet a las condiciones para la obra con un canon de 13.500.000 pesetas durante 50 años.

Más tarde, en medio de la incertidumbre, el edil de Empleo, Alberto Lema, llegó al edificio con tres funcionarios de alto nivel. El representante de Parisiana les mostró el establecimiento y se ofreció a darles copia del inventario. Las horas pasaron entre rumores de que Hotusa iba a firmar ya los contratos de los empleados. Las discusiones sobre el mobiliario «atrapado» en el hotel y el futuro de la plantilla continuaron sin que se alcanzase una salida. Al borde de las 23.00 horas, Lema confirmó que se habían firmado la subrogación. Fuentes de la plantilla, en cambio, asegura que solo fue un compromiso de contratación. Poco después, Parisiana entregó las llaves al Ayuntamiento. A las 00.23, se las dieron a Hotusa, confirmaron fuentes municipales. El Atlántico entró en una nueva época sin clientes ni fecha clara de apertura, pero, según María Pita, con plantilla.

NH dice adiós en el segundo día sin huéspedes

El personal de NH Hoteles retiró antes del mediodía los últimos enseres que le quedaban en el establecimiento, incluyendo los logotipos de la entrada. La mudanza se hizo en apenas 36 horas, «a toda velocidad», dijo una trabajadora. Los directivos se despidieron de los empleados deseándoles suerte ante la incertidumbre reinante. Todo ello en medio del goteo de clientes potenciales que se acercaban al edificio buscando habitación.