La lluvia no arruinó la «cosecha», pero complicó la recogida

d. v. / e. s. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Vítor Mejuto

Cuatro actuaciones musicales tuvieron que trasladarse al Playa Club y a la sala Mardi Gras, viendo desbordado su aforo

13 ago 2018 . Actualizado a las 11:21 h.

Los agricultores son unas de las profesiones más pendientes de la meteorología y ayer en el Mercado de la Cosecha, un certamen que pretende ser un acercamiento al mundo rural y que algunos califican como el Coachella coruñés, por esa imagen de revival de mundo hippie, la lluvia jugó una mala pasada. El agua caída no fue tanta como para arruinar la cosecha, pero sí para dañarla, porque parte del público que tenía previsto ir a los conciertos tuvo que tirar de información virtual para saber que había cambio de escenario. El Festival Noroeste Estrella Galicia optó por trasladar a Ángel Stanich y Morgan al Playa Club, que se vio superado por la demanda y muchos tuvieron que conformarse con escuchar a los artistas desde el paseo. La Mardi Gras acogió las actuaciones de Aldaolado y La Plata y no se pudo disfrutar de Los Estanques, que tenían otros compromisos fijados.

Con anterioridad, por la mañana, cientos de personas disfrutaron de una jornada rural en pleno centro de la ciudad y llena de actividades, donde los protagonistas fueron los niños. Entre los arcos del Paseo de los Puentes hubo talleres de plantación de verduras y hortalizas, charlas, juegos, puestos para la degustación y venta de productos... Pero lo que más expectación generó fue el puesto donde los más pequeños probaban a ordeñar una vaca. En realidad eran cuatro ubres de goma bajo un cartón con forma de vaca, pero para los pequeños fue todo un experimento: «Mira, mira, sí que echa leche», comentaba alguno. Y las monitorias los animaban: «¡Muy bien! Os fichamos como ayudantes en la granja». El mercado también permitió a dar a conocer proyectos ejemplares del ámbito rural, aunque para muchos sobraba paja y faltaba sacho.