¿Por qué Jorge Sepúlveda cantó «Coruña»?

A CORUÑA CIUDAD

BELISA FRANGIONE

«Actuó muchas veces aquí. En el hotel Finisterre y en otros lugares. Se sentía muy querido y la compuso con Eduardo García Beitia», explica el autor de un libro sobre el cantante

26 jul 2018 . Actualizado a las 07:46 h.

«Actuó muchas veces aquí. En el hotel Finisterre y en otros lugares. Se sentía muy querido y la compuso con Eduardo García Beitia», explica Carlos Arévalo, autor del libro Jorge Sepúlveda, La Voz de la nostalgia. Me dice que ya va por la segunda edición y lo presenta hoy, a partir de las ocho de la tarde, en la librería Arenas. «Coruña, el mar te acarició. La luna, sus besos te envió. La playa de Santa Cristina se muere de amor...», arranca la canción. «Dedicó otras composiciones a ciudades como Santander, donde siempre tuvo mucho éxito y donde cuenta con un busto, o a Sevilla o a Barcelona. Es curioso, es mucho más conocido este tema que el de Coruña», destaca el autor de la biografía. «Coruña, al verte te adoré. Coruña, llorando marcharé...», dice el estribillo compuesto a mediados del siglo pasado. «Siempre quise profundizar en esta figura un poco olvidada pero que fue una auténtica figura», destaca Carlos. Me habla de sus abuelos, precisamente hoy se celebra su día, que escuchaban con pasión las canciones con sonido gramófono de Sepúlveda, del que el año pasado se cumplieron cien años de su nacimiento. «En 1949 se convirtió en número 1 con la canción Mirando al mar, que todavía hoy sigue vigente», destaca el autor del libro, que hoy estará acompañado por Moncho Lemos, colega periodista de la CRTVG, y por el cantante y mítico líder de los Limones Santi Santos, con el que Carlos coincidió el viernes pasado en Mera y le prometió que hoy se sentaría a su lado. También dijo que piensa incluir Coruña en su repertorio. «Coruña, quisiera ser como el mar que siempre besa tu tierra», acaba el estribillo. En la segunda parte de la canción habla de que tuvo un gran amor y que besó los labios de una coruñesa. «No lo sé, pero era bastante mujeriego, un dandi de la época que siempre iba vestido de manera impecable», apunta Arévalo sobre la leyenda del bolero y el pasodoble.