La sexta entrega de la mítica película se rueda estos días en Murcia
15 jul 2018 . Actualizado a las 08:41 h.¡Un pavo de Elviña en Terminator!», comenta sonriente y con acento koruño Alberto da Sinda. Hablamos en un descanso del rodaje de la sexta entrega de la mítica película que se rueda estos días en Murcia. «La verdad es que estoy sorprendido por la magnitud. Son los números uno de la industria del cine y no es por casualidad. En set somos 400 personas e implicadas en la producción 700. Siendo un equipo tan grande cada uno cuida de su parcela al máximo y todos reman en la misma dirección», destaca Alberto, coruñés de Elviña y de madre de Malpica. Es licenciado en INEF y fue entrenador de fútbol, entre otros muchos trabajos. «Ser actor es lo que siempre quise y participé en series como Matalobos o Serramoura», apunta. Ambas son producciones de Voz Audiovisual. Pero en la que ahora interpreta un pequeño papel está asociada a nombres de otro planeta como James Cameron o el mismísimo Schwarzenegger, un cíborg talludito, pero que también está en la sexta entrega de la legendaria saga. «Tuve que firmar una serie de cláusulas que me impiden desvelar nada. Fíjate que ni en el casting me dijeron para qué era», relata Alberto, que sabe hablar inglés por una razón curiosa. «Mi mejor amigo estaba viviendo en Australia y fui a hacerle una visita. Al final me quedé unos meses y aprendí el idioma. A la vuelta mi representante, Alejandro Albaiceta, me sugirió aprovecharlo para presentarme a pruebas para producciones americanas o británicas, que se están rodando bastante en España», analiza. Tras una década en la interpretación ahora ve su nombre unido al de Terminator. «Las que más me gustaron fueron la primera y la segunda, con aquel personaje que era líquido. Sé que las vi en cines de A Coruña, pero ahora mismo no me acuerdo en cuál», apunta desde la caravana en la que espera que le llamen para seguir rodando. «El director, Tim Miller, es encantador con los actores. Bueno, en realidad todo el equipo es espectacular», analiza Alberto, que, a pesar de codearse con Schwarzenegger, tiene los pies en el suelo. «Me hace ilusión y hay que aprovechar el momento, pero hay que ser realista». El salto de Elviña a Hollywood es complicado. «Sayonara, baby», se despide el vecino de Elviña fichado por Terminator.