Una zona de juegos con los tubos de riego al alcance de los niños

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCVOS MÍGUEZ

Los vecinos solicitan al Ayuntamiento que reponga las zonas ajardinadas y que sanee las aceras y las calles adyacentes

18 jun 2018 . Actualizado a las 11:09 h.

La plaza del Maestro Mateo está a escasos metros de la plaza de Pontevedra. Casi colinda con la playa de Riazor y alrededor de ella discurren dos de las calles de más renombre de la ciudad: Alfredo Vicenti y Fernando Macías.

En sus proximidades se encuentran dos colegios históricos de A Coruña: el Compañía de María y el Hogar de Santa Margarita. La plaza de Portugal, el paseo marítimo, el nuevo barrio del paseo de los Puentes. «Todo un símbolo de nuestra ciudad», manifestó Enriqueta Castro, trabajadora de uno de los muchos negocios de la zona.

En la plaza Maestro Mateo se diseñó, sobre un garaje subterráneo, un amplio jardín y un área de juegos para los más pequeños que visitan a diario «cientos de niños», señaló Castro.

Pues a pesar de ello, esta zona de esparcimiento, descanso y ocio «está completamente abandonada», indicó Raúl Santos, un abuelo que baja cada día con sus dos nietos. Aseguró que hasta no hace mucho las zonas verdes estaban cuidadas «a pesar de que algunos árboles impiden el crecimiento normal del césped», subrayó. «Ahora todo son calvas, donde había hierba hay tierra y excrementos de perros», dijo.

Pero las mamás y los papás que acuden con sus pequeños a disfrutar de las tarde a la plaza del Maestro Mateo no solamente se quejan del mal cuidado de las áreas ajardinadas: «Lo que más nos preocupa es cómo están las tuberías que en su día sirvieron para regar estas zonas», dijeron los usuarios de este lugar de esparcimiento.

Un peligro para los pequeños

Estas tuberías se dejan ver en todas las zonas verdes. «Lo peor no es que se encuentren al aire libre. El riesgo es que la mayoría están rotas y con aristas muy peligrosas para los niños», contó Samuel Fuentes, que paseaba con su niño de 7 años.

«El otro día les cayó la pelota y un amigo de mi hijo fue a buscarla. Se enganchó en una pierna con uno de esos tubos, el pequeño se arañó y en la caída sufrió un corte en un labio», explicó una mamá.

El entorno de la plaza del Maestro Mateo también es sinónimo de quejas. Los empleados municipales rellenaron los entornos de los árboles en las principales calles para evitar los desniveles. «Pero en vez de ponerle piso flotante o cemento, como antes, le colocaron adoquines y arena. Convirtieron esos desniveles en zonas de caídas. Esto no se le ocurre ni al que asó la manteca», dijeron varios vecinos.

Otras de las quejas es el estado del asfalto de las vías que circundan la plaza de Maestro Mateo: «Casi todas tienen el pavimento de cemento y está todo agrietado». Y las tapas de registro del alcantarillado o de los distintos suministros «no cuentan con las juntas amortiguadoras y cada vez que las pisa un coche hacen mucho ruido», dijo Isaías Lemus, un vecino.

También solicitan al Ayuntamiento que sanee las aceras, «como se hacía antes», y que pinten los pasos de peatones.