Manuel Ferreiro Badía: «Es la mejor escultura de la ciudad»

Rodri GArcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

El artista que reparó la figura original de Pardo Bazán considera que el mejor lugar para ella está en Tabacos

18 jun 2018 . Actualizado a las 11:32 h.

«La idea de sacarla de aquí fue porque en cualquier momento se deterioraba más y más seriamente. Ni fue para hacer una copia y meterla en un almacén». Esto asegura, frente a la escultura de Emilia Pardo Bazán, en los jardines de Méndez Núñez, el escultor Manuel Ferreiro Badía (A Coruña, 1944). Han pasado más de una docena de años desde aquella retirada de la estatua original de la escritora, que llevaba entonces 90 años en dichos jardines, y desde entonces sigue en los almacenes municipales. En Méndez Núñez hay una copia de bronce.

-¿Pondría la copia en la calle y guardaría la original?

-En Florencia todo lo que hay en la calle de esculturas son copias, las originales están en los museos. En el caso de esta figura de Pardo Bazán la idea es que continúe estando al aire libre, en un patio abierto de la Fábrica de Tabacos. Además, esa parte es del Ayuntamiento, aunque aún no está en funcionamiento, pero es un espacio abierto de dimensiones muy buenas donde le puede llover encima tal y como estaba proyectada. Hay que poner una base para dejarla a la misma altura visual, y colocarla allí...

-Se refiere a la original ¿no?

-¡Claro! Es la que necesita protección. A esta (la copia) ya le pueden pegar lo que quieran. Aquí venían a hacer el botellón.

-¿De qué son los agujeros que tiene la balaustrada trasera?

-Fueron inyecciones que se le metieron a la piedra para consolidarla. Es muy buena la piedra lo que pasa es que tiene muchos años y es arenisca de Novelda. Hay mucha gente que por el color se cree que es cemento, pero es piedra de Alicante que utilizaba muchísimo Coullaut Valera (el escultor sevillano autor de la figura). Esta es la escultura más importante que tiene A Coruña, es de una categoría impresionante.

-¿Cuál fue su tarea en la restauración de la original?

-Me dediqué a la parte práctica y estética, a aportar la masa y dejarla con el mismo acabado que tenía. Trabajaron también dos restauradoras en tareas como infiltrar un consolidante de la piedra. A la mano derecha le faltaba la mitad y tenía 350 golpes importantes. Esa es la que está en los almacenes municipales y de ella se sacaron los moldes para hacer esta.

-¿Había sido restaurada antes?

-Sí, hace mucho tiempo porque le habían puesto un petardo en los años 30 en la mano. No recuerdo si fue el padre de Escudero quien la reparó entonces. Ya estaba restaurada, tenía ahí una pieza que le habían puesto. También se hizo parte de la balaustrada que estaba muy estropeada aunque algunos adornos ni se tocaron porque estaban casi desaparecidos. El magnolio que tiene detrás le perjudicó algo porque le daba sombra y le producía un goteo cuando llueve, pero eso le pasa a todos los monumentos.

-¿Restauraron y copiaron?

-Primero se arregló la original. Luego la protegimos, sacamos los moldes, se volvió a retocar para dejarla sin la impregnación que hay que echarle para sacar los moldes y después se dejó allí, en el almacén municipal.

-¿Y ahora?

-Ahora hay que volverla al aire libre, allí en la Fábrica de Tabacos. Con ello no hay dos piezas en la ciudad de la misma persona sino que esta está en un espacio público como son los jardines de Méndez Núñez y la otra en un especio reservado en el que entra el público, la puede ver y no está en el sitio del botellón. Esta es una escultura con una composición estupenda que cierra la balaustrada; el traje está muy bien cortado, los pliegues son muy elegantes y es una escultura en la que Coullaut Varela embelleció a Pardo Bazán, que no era tan guapa como aparece, pero ella se lo merecía. Era una saga de tres escultores, él, su hijo y su nieto, pero el abuelo era el mejor e hizo también el monumento dedicado a Cervantes que hay en la Plaza de España de Madrid. De hecho esta escultura de Pardo Bazán se hizo en Madrid.

-Esta siempre fue una escultura bastantes popular, ¿no?

-La gente que venía de fuera de A Coruña pasaba por aquí para hacerse fotos delante. Tengo a varios miembros de mi familia que se han hecho fotos aquí.

De la pintura al premio en Moscú y las exposiciones en California, Sídney y Alemania

«Nunca he dejado de pintar lo que pasa es que ahora tengo más tiempo tranquilo. Entonces pinto más, sigo haciendo medallas, como siempre, que es una cosa que desde hace muchos años me gusta hacer. Hace poco salía en La Voz de Galicia por una que hice para Canadá», dice Manuel Ferreiro Badía para resumir su actividad artística.

-¿Con qué más anda ahora?

-Ahora estoy con una exposición en Alemania, también estoy exponiendo en California...

-¿Expone medallas?

-No, no, son esculturas. Y voy a llevar a Sídney otra escultura grande, en acero inoxidable. Y acabo de recibir un premio en Rusia, el segundo del Festival de Arte Abstracto de Moscú.

-¿Y todo desde A Coruña?

-Sí, hay que abrirse al mundo. Ahora es muy fácil con el apoyo de Internet: es facilísimo tener alguien que te venda obras: tengo un marchante en Miami que me está empezando a vender desde hace un año y funciona bastante bien y todo el trato es a través de Internet.

-¿Dónde tiene el taller?

-Lo sigo teniendo en A Coruña y es grande, unos 250 metros, que para mi solo es bastante. Allí es donde modelo, donde hago las maquetas para luego hacerlas en piedra o bronce, que las tengo que hacer fuera. Lo que he hecho siempre es alquilar trozos de otro taller donde tengo la carretilla elevadora, el aire...

-¿Qué material prefiere?

-La piedra me gusta muchísimo, lo que pasa es que es muy lenta, porque es más trabajosa. Pero el barro, el modelado, para mi gusto es esencial: es lo que más me gusta, soy rápido, admite una corrección totalmente distinta. Cuando estás metido en piedra tienes que sacar el modelo por puntos porque la improvisación en piedra, si no es muy simple, es muy difícil.