Santa Margarita se sale por fuera

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Vecinos del parque denuncian que los árboles ya casi tocan sus ventanas

13 jun 2018 . Actualizado a las 11:19 h.

Cuando los vecinos de Santa Margarita descubrieron este fin de semana que el Ayuntamiento se encontraba en plena campaña de limpieza de rastrojos y tala de árboles para cumplir con la Ley de Prevención de Incendios de la Xunta se preguntaron por qué en unos barrios sí y en el de ellos no. Si la norma obliga a eliminar todas las especies pirófitas (esas que facilitan la propagación del fuego) en una distancia a las casas inferior a los 30 metros, «¿por qué no lo hacen aquí, que las ramas nos entran por las ventanas?», se pregunta Manuel Romero, vecino de Santa Margarita.

Hace un año, otro residente de la calle San Mateo se dirigió al Ayuntamiento para presentar un escrito firmado por varios afectados en el que hacían saber que muchos árboles del parque, algunos de 30 metros de altura, estaban tocando los edificios con sus ramas. «La contestación fue que su tala no era viable», recuerda José Antonio Fernández.

Su problema es el peor de todos, pues ya no solo es que las hojas de los eucaliptos entren en su patio, sino también las raíces de uno de los ejemplares, que le han levantado el suelo.

La fertilidad del pulmón verde de la ciudad es tal que la valla que rodea todo su perímetro ya no puede contener una naturaleza que, en algunos puntos, sale seis metros del parque. Como ocurre en la calle Padre Sarmiento. Hay ramas que llegan a la mitad de la vía. También se declaran afectados los vecinos de un inmueble que da a la avenida de Finisterre, junto a la entrada al parque de la calle Palomar.

Residentes de los números 2, 4 y 6 de la calle San Mateo viven frente a una zona de arbolado de gran altura, «destacando un álamo americano de 33 metros, así como varios plátanos de sombra». Más allá del peligro de que se incendien, «dan lugar a una gran proliferación de semillas en forma de algodón que producen molestias respiratorias y obligan a mantener cerradas las 24 horas puertas y ventanas».

Es tan fecunda la naturaleza en el parque de Santa Margarita que la valla que lo rodea se está rompiendo en muchas zonas. Se le preguntó al gobierno local si va a aplicar la Ley de la Xunta de Prevención de Incendios en esas zonas como hacen en otros barrios, no contestó.